Marcia se pasó la lengua por los labios amoratados, la boca le ardía por la profunda herida y el gusto a sal que le dejaba la sed. Quiso levantarse de la silla y las rodillas se le doblaron, entonces se sujetó del respaldo y respiró profundo para buscar un punto de apoyo que le diera estabilidad. Contempló en el espejo, la deformidad de su frente magullada, los cabellos pegados al rostro por el sangrado profuso, ahora seco que manara de su cuero cabelludo, donde además le faltaban mechones de pelo; sus brazos estaban cubiertos de escoriaciones y hasta algún dedo parecía estar roto porque a simple vista se podía ver que no mantenía la línea de la mano. Cuando creyó que la revisión estaba completa, dirigió su mirada a la alfombra, sobre una mancha de sangre negruzca yacía el cuerpo de su amante y desde el lado izquierdo de su pecho, afloraba triunfal, el mango torneado de un puñal. Sus ojos recorrieron el espectáculo con evidente placer. Antes de llamar a la policía repasó los echos, cómo él la miraba, incrédulo primero y aterrorizado después, al no saber como reaccionar, frente a esa mujer que pretendía dejar al igual que todas sus amantes y parecía ser objeto de alguna posesión diabólica.
—¡Estás loca!—había afirmado—¿Por qué te lastimás de esa manera?
—Me defiendo de vos, que sos un violento—le escupió a la cara, mientras extraía el cuchillo de entre sus ropas y le enterraba la hoja completa en el corazón—luego llamó a la policía.
—¡Por favor ayúdenme! Mi pareja me quiere matar.
ESTÁS LEYENDO
Retos varios
RandomColección de poemas con diferente temática. Relatos cortos para participar en desafíos varios.
