Desde el parque

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¡Qué triste imagen señor!,

si yo pudiera evitarla,

haría que se juntaran,

en un abrazo dos almas.

La veo sufrir por él,

lo veo llorar por ella,

la noche negra en sus ojos;

dónde no viven estrellas.

La niña está ilusionada,

pero en silencio lo guarda,

de aquel que ocupa sus horas,

jamás sería la amada.

Y otra vez los veo irse,

cada uno por su lado,

ignorando la ceguera,

que a los dos los ha igualado.

Y yo que solo soy árbol,

sufro la dura condena,

de ver cómo aquel amor,

se va muriendo de pena.


Este poema es para el Desafío CuentArte, basado en el microcuento "Enamoramiento silencioso" de AxJulieta

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