Poco a poco te despiertas mirando a tu lado para ver que el reloj marca las 02:37 am.
Fue otra noche sola en la cama king size sin la calidez reconfortante de tu novio amoroso.
Baekhyun, siendo el idol que es, estaba en un viaje de promoción una vez más y nunca fue un momento fácil para los dos. Las llamadas de Skype y los mensajes de texto no fueron suficientes para llenar el vacío que sentiste en el gran apartamento que ambos compartieron.
Con la cabeza llena de pensamientos de extrañar a Baekhyun, no escuchaste el sonido de las llaves que se usaron para abrir la puerta cuando el hombre de cabello blanco entró con una expresión cansada. Viajó a la habitación y rápidamente sintió que su cuerpo se relajaba al verte tirada debajo de las suaves sábanas blancas.
Tu cuerpo se disparó rápidamente con mucha sorpresa.
—Baekhyun... !Estás en casa!— Gritaste suavemente.
Corriste apresuradamente hacia tu novio, donde sus brazos te dieron la bienvenida.
—Sorpresa querida— Murmuró mientras enterraba su cabeza en el hueco de tu cuello.
—Afortunadamente la promoción terminó antes de lo esperado y pude tomar un vuelo más temprano— Comenzó a dejar pequeños besos a lo largo de tu cuello y tu mandíbula haciéndote gemir en silencio.
—Dios, te extrañé. Extrañé tu aroma y la forma en que tu cuerpo reacciona a mi, ¿Me extrañaste?—
—No tienes idea Baek— Cerraste los ojos y gemiste al sentir sus suaves labios chupar ese cierto punto en tu cuello.
Su brazo envuelto alrededor de tu cintura para acercarte más.
Lo siguiente que sentiste fueron sus labios traídos a los tuyos y lo que comenzó como lento y romántico, pronto se convirtió en áspero y necesitado.
Te empujaba lentamente hasta que la parte posterior de tus piernas golpeó la cama y te encontraste debajo de su cuerpo tonificado.
Tus manos vagaron por su cuerpo comenzando por sus anchos hombros y bajando por su espalda. Baekhyun gimió y se apartó del beso acalorado necesitando aire.
Presionó su frente contra la tuya y cerró los ojos. Lo único que se escuchó fue el sonido de la respiración de los dos. Rozaste tus labios con los suyos.
—Debes estar cansado. Vamos a dormir y podemos continuar esto por la mañana—Baekhyun abrió los ojos y observaste una sonrisa que comenzaba a formarse en su rostro mientras asentía de acuerdo.
Levantó las sábanas para los dos, donde te acurrucaste en su pecho y lo abrazaste con fuerza.
—Estoy muy contenta de que estés en casa, Baek—
—Yo también— Presionó sus labios en la parte superior de tu cabeza.
—Buenas noches mi princesa—
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