La luz cubría mi rostro
Mi sombra ahogaba todo mi ser
Hilos de ceda y algodón negro envolvían mi cuerpo en tonadas fúnebres
El hilo dorado de la vida habría sido cortado de entre las frías tijeras del destino,mientras sus manos violetas y encambradas gritaban por ayuda
En el donde de aquel helado lago, marco inicio con sangre finalizo con el golpe odioso y envidioso de nuestros patines abrió la boca del gran lobo acuífero,y finalmente nos consumió
Solo podía ver el reflejo de mi rostro y los muertos que marcados por la sangre de las rosas de alice
El corazón carmín tatuado en mi cuello solo se desvanece en un recuerdo
Mi maquillaje intacto solo mantiene la imagen del bebe de porcelana que no se rompió