Desde el momento en que entendió que le gustaba Midoriya, supo que era el momento adecuado de dejarlo ir. Se había dado cuenta de eso mientras meditaba una noche en su cuarto, solo dos semanas después de que el chico fuese encontrado milagrosamente por la policía la noche de año nuevo y tan solo la noche antes de la audiencia en la que la custodia sería devuelta a su madre biológica.
Esa noche dio vueltas en su cama, pensando en que haría al saber que probablemente sería la última vez que viera a Izuku, ya que su madre vivía al norte de Japón. Esa noche, cuando llegó a juzgado y vio a Todoroki afuera, sintió la necesidad de abrazarle solo por sentir consuelo alguno, pero se abstuvo y chocaron puños suavemente. Ambos caminaban por el largo pasillo de las salas, hasta que vio finalmente a Midoriya. Llevaba una camisa amarilla junto a unos jeans negros y el cabello peinado.
- Kirishima! -gritó el chico antes de levantarse, corriendo a él. Aunque sabía que Todoroki los iba a apartar, abrió sus brazos y le recibió en su pecho, apretando su abrazo cuando sintió el pequeño comenzaba a llorar. Si hubiese sabido que esa iba a ser la última vez que lo iba a tener así de cerca, le habría abrazado con más fuerza le hubiese dicho cuando lo quería.
Aún se lamentaba por no haberlo hecho.
Cuando se dictaminó la nueva decisión, la señora sacó a su hijo a toda velocidad debido a la cantidad de cámaras y reporteros que esperaban afuera mientras que Todoroki arrastró a Kirishima a otro lado, quien seguía ligeramente choqueado y alunado. Más tarde ese día estaban ambos en la casa de bicolor, mientras que Katsuki estaba en su cuarto ambos adultos se encontraban en el sillón, cada uno con una cerveza en la mano.
- creo... que sí sentía algo por Midoriya -murmuró Eijirou de forma suave, mientras tenía la vista clavada en la lata- pero es tiempo de dejarlo atrás, era mi chico y era menor de edad, no habríamos podido tener algo -murmuró el pelirrojo antes de alzar su vista y ver como el heterocromático le miraba con una sonrisa leve- y tal vez deba buscar ayuda para poder dejarlo atrás y seguir con mi vida, ¿no? -le dijo, suspendiendo una idea en un silencio que duró el mismo tiempo que le tomó a Shouto darle un trago a su cerveza y suspirar pesadamente.
- es lo mejor, Ei -le dijo en un murmuro, antes de estirarse y colocar su mano suavemente en el hombro del pelirrojo, quien sonrió suavemente.
Siempre reconoció que fue un proceso difícil, pero sentía ya que era un hombre que podía decir que había superado a Midoriya Izuku, o al menos eso pensó hasta que decidió salir de noche una vez y le vio, tan brillante como era antes y sonriente.
Esa noche, había sido arrastrado por Todoroki a un bar, quien había sido arrastrado por Bakugou para poder ser conductor designado, ya que esa era la noche del cumpleaños 18 de Kaminari Denki y quería ir a un pub con su grupo de amigos, que consistía en Sero, Bakugou y Midoriya, quien se había mudado a Tokio a sus 18 pero aún así no se lo había topado en ningún lado.
Se sentía viejo en ese lugar. Mientras que él tenía más de 30 años, todos los que se encontraban ahí no debían de pasar los 25. Caminaron entre la infinidad de gente directo a la barra, donde luego de unos minutos tenían un espacio donde estaban servidos varios shots y un vaso de jugo. Rió un poco al notar como le entregaron el vaso a Todoroki, antes de que el rubio con el mechón oscuro de nacimiento tomara uno de los vasos, elevándolo.
- porque la adultez sea mejor que la mierda de infancia -dijo mientras todos tomaban el resto de los vasos. Alzó una ceja al ver como todo los chicos tomaron el shot de un solo trago, riendo al ver la cara de asco que hizo, pero lamió incluso la gota que había quedado en la orilla del vaso. Tomó su propio trago de la misma forma antes de dejarlo y que Bakugou pidiera otra ronda junto a otro vaso luego de fijar su vista en la pista de baile. Miró a Todoroki, quien miraba con impresión a la pista de baile, haciendo así que se girara, para así ver a donde todos miraban.
- Kaminari! -escuchó la animada voz que en ese momento emanaba del pecoso, cinco años mayor a la última vez que le había visto. Brillaba como si él solo fuese un sol. Se encontraba en unos jeans mezclilla ajustado y una camisa negra, la cual estaba siendo abierta por una chica y un chico. El rizado se alejó y juntó su camisa antes de salir de la pista de baile, yendo a ellos con un paso levemente tambaleante.
- está algo pasado de copas, se nota -dijo Bakugou mientras se sentaba en un banco, mirando con los mismos ojos de adoración que portaba el pelirrojo. Ambos le miraban con alegría y lujura; Midoriya ya no era un niño.
- Kaminari Denki, feliz cumpleaños! -dijo alegre mientras se lanzaba encima de él, comenzando a besar su rostro de forma desenfrenada, haciendo así que el rubio se riera sin control. Saludó a todos de un beso en la mejilla hasta que llegó a Katsuki, a quien abrazó con fuerza antes de girarse, paralizándose al ver como Kirishima le miraba serio, pero con ojos brillantes. Eijirou pensó que lloraría, que gritaría o algo así, pero su pecho se apretó de felicidad al ver que la sonrisa del pecoso se estiró de oreja a oreja antes de lanzarse encima, riendo fuertemente- es Kirishima! Me han traído a Kirishima! -repetía una y otra vez antes de soltarlo para saludar a Todoroki. Lo notaba hiperventilado y mareado, yendo de una persona a otra del grupo. Sentía que debía hablarle hasta el momento en que llegaron los tragos a la barra nuevamente. Tomó el suyo de un trago rápido y tomó el de la mano de Katsuki, llevando ese también a su boca- vamos a festejar al nuevo adulto como se debe -dijo risueño, mientras tomaba dos vasos y se los entregaba a Denki, quien los aceptó y los tomó al hilo.
Sintió que no lo había superado para nada en el momento en que sintió que el pecoso le sonrió una vez de forma amplia antes de tomar de la mano a Katsuki y la de Denki, quien tomó la de Hanta y fueron arrastrado a la pista de baile.
- no vuelvas a caer de nuevo, Kirishima -le dijo el bicolor mientras daba un trago a su propio vaso, mirando con reproche como su amigo miraba embobado y sonriente a la pista de baile.
- muy tarde -se susurró, antes de tomar su shot de un trago y reírse suavemente al sentir como su amigo soltaba un "puta madre".
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Hijos del mundo
FanfictionCerca de 5 años después de que Kirishima perdiera la costudia de Izuku, se reencuentra con el niño que dejó ir, quien ahora era todo un hombre. Un hombre que buscaba al amor que lo marcó en su adolescencia. Con 20 años de edad, el chico Deku vuelve...