Cigarrillo

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Mis malos días se curan con un cigarro
Solo pongo uno en mi boca,
Lo enciendo
Y enseguida aparece
lo relajante del proceso

Con cada pitada
Me pierdo más y más
No hay preocupaciones
Desaparecen mis pensamientos

Echo mis penas al cenicero
Veo como los hilos de humo se entrelazan
Quisiera ser uno de ellos
Y extinguirme con el mero gesto

Mientras voy caminando
A ningún lugar
Voy trazando un camino de cenizas
Quizá alguien lo siga
Y entienda lo perdida
Que me sentía

Miro mi arma ,
Sigue encendida
Todavía queda una bala
Solo un tiro
Mi Alma necesita un respiro.

Relatos de rosas y sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora