Tequila Sunrise.

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Cafetería Sunrise.

Nueva cafetería que se había instalado en las calles de Barcelona. Acogedor, rústico, pintoresco y elegante lugar para compartir con amigos o simplemente relajarte por tu cuenta.
Su especialidad son los riquísimos cafés, los exquisitos pasteles y sin olvidar el pan crujiente recién salido del horno.
Pequeños detalles que son de destacar en aquel lugar.
Notas, fragancias, visuales y gustos.

El frío pegaba fuerte con mi rostro, por lo cual apresuré aún más mi paso para llegar aunque sea no tan tarde y un poco más a tiempo. Cuadras, solamente dos cuadras faltaban para llegar y pedir las típicas disculpas que daba cada vez que llegaba atrasada.

La verdad es que aún no me podía acostumbrar al cambio de país, no era tarea fácil y menos para mí que soy una persona que se acostumbra a sus rutinas y le cuestan en demasía los cambios. De Chile a España no era algo fácil.

Empujé a la puerta de vidrio y con una sonrisa entré al local mirando a algunos clientes que se encontraban allí. Pasé de largo hasta la barra donde se encontraban mis compañeros de trabajo, saludé a cada uno de ellos y con los labios y sin dejar salir ninguna palabra de mi boca, modulé un "perdón". Sonreí culposa y pasé directo a la oficina en donde se encontraba nuestra jefa, respiré profundo y toqué tres veces hasta oír un sonoro y sutil "adelante". Hice caso y entré, me quedé parada en el marco de la puerta con cierta incomodidad. El silencio inundaba el sitio, el nerviosismo se apoderó de mí y lo peor se me vino en mente.

ㅡ Ya llevas tres veces en la semana llegando atrasada, Emma. ¿Crees que algún otro trabajo te aguantaría algo así?ㅡ Rompió ella el silencio y solamente me dispuse a bajar la cabeza.ㅡ Sé de qué el cambio de país no es un tema fácil para ti, pero por favor cambia tu hábito y llega más temprano.

Solté un suspiro y asentí con mi cabeza.

ㅡ Lamento llegar a este punto de conversación, de verdadㅡ Aclaré mi garganta y la miré.ㅡ Cambiaré mi hábito y llegaré más temprano desde el lunes. Gracias por tener tanta paciencia conmigo, de verdad que este mes aquí ha sido un caos y usted ha sido excelente persona.

ㅡ No agradezcas, Emma, pero esto no lo dejaré pasar a por altoㅡ Llevó su vista hasta la computadora, comenzando a teclear.ㅡ El cierre de hoy es a las 20:30 hrs. Tú te encargarás de cerrar y ordenar lo últimoㅡ La miró de reojo.

ㅡ Entiendo, jefa, y no se preocupeㅡ Sonreí.

ㅡ Está bien, vuelve al trabajo, Emmaㅡ Negó con su cabeza, tenía una mueca divertida en su rostro.

Salí y cerré con cuidado la puerta. Me giré para irme a mi puesto, pero me encontré a mis dos compañeros que pasarían siendo mis amigos, esperándome ahí fuera como unas ratas.

ㅡ ¿Y qué? ¿Te despidieron o qué?ㅡ Preguntó Samuel con cara de preocupación.

ㅡ No, solamente me castigó y me debo quedar hasta el cierre de la cafeteríaㅡ Alcé los hombros restándole interés.ㅡ No me quejo.

Nos quedamos en silencio por unos segundos, hasta que el sonido se la jefa de cocina nos hizo reaccionar. Trío de idiotas nos llaman.

ㅡ Será mejor volver al trabajoㅡ Dicho esto todos asintieron y fueron a sus respectivos puestos.

La idea de quedarme horas extras no me parecía mala, de hecho, no me molestaba en lo absoluto. Entre horas extras y despido, es obvia la elección. Aparte que tampoco tenía algo importante para la noche y así aprovecho de distraerme haciendo esto. Me gustaba estar aquí, me gustaba la serenidad y tranquilidad de la cafetería.

Los clientes comenzaban a llegar y a pedir lo que deseaban servirse. Siempre estaba atenta a quien entraba por esa puerta, nunca se sabe quién llegaría o qué traería con ello. Cada vez que entraba un cliente feliz, a la hora de dejar su pedido dejaba una pequeña nota con un mensaje motivacional sacada del internet, pero cuando alguien que  a distancia se le notaba triste o enojado, dejaba mis más sinceras palabras para al menos ser la pequeña chispa de esperanza en su vida. Todos hacíamos lo mismo, por algo también eramos conocidos por la ciudad.

El día había sido increíble y los días viernes eran lo mejor, siempre se llenaba y nos iba demasiado bien para ser nuevos. Definitivamente me gustaba mi trabajo y el aroma al café. Para ser sincera Barcelona no me parecía mal lugar para vivir, pero eso no cambiaba el hecho de que extrañará a mi país de origen y mis cercanos.

ㅡ Hey, ¿segura que puedes tú sola?ㅡ  La voz de Ingrid me hizo alzar la vista.

ㅡ Sí, tú tranquila y anda a descansarㅡ Sonreí mientras me acercaba a la Smart TV que teníamos en el local, ahí colocaría algo de música para el ambiente.

ㅡ Vale. Cuídate, Emma, y ve con cuidadoㅡ Dicho esto me tiró un beso volador y se fue.

Bien ahora ya me encontraba completamente sola colocando una canción de KATIE mientras miraba de reojo la vitrina, mirando como las personas pasaban por fuera.
Aún no cerraba la puerta, de hecho tampoco quería hacerlo aún. Sí, tenía la mala costumbre de que cada vez que me quedaba hasta tarde dejaba abierto hasta cuando la muchedumbre cesara o viera que nadie entrara.

ㅡ Un café no me hará mal para ponerme a ordenar un pocoㅡ Hablé para mí misma.

Ventajas de tener amigos tan buenos como mis compañeros: Limpiaron el piso, lavaron la losa y limpiaron las mesas. Lo único que yo debía hacer es guardar la losa que se había lavado, ordenar un poco y cerrar. ¡Los adoro, chicos!

Me acerqué detrás de la barra y encendí la cafetera para  prepararme un café mientras cantaba la canción "Thinkin Bout You" en voz baja. Me agaché para ver si había algún pastel que aún me faltaba por probar, y claro que sí, ahí estaba el nuevo que habían puesto el día de ayer: Tequila Sunrise. Estaba por tomarlo, pero el sonido de la puerta llamó mi atención y me pilló justo con las manos en la masa, literal.

Maldecía mentalmente el no haber cerrado..., o eso creí.

•••

Será raro esto, pero cada capítulo iré colocando alguna canción que ya sea me haya ayudado a inspirarme o solamente le viene a la novela. Espero les guste y eso. Hasta la próxima.

Tequila Sunrise. [Auronplay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora