Capítulo II : Primer Parpadeo.

3 1 1
                                    

Habían pasado ya varios días cuando el castaño decidió volver.

En todos aquellos días la curiosidad simplemente lo estaba matando, además de la culpa por haber dejado a alguien solo y haberse asustado únicamente por su apariencia.

No debía seguir prejuicios.

Así que tomó todo el valor que reunía y se paró frente a la puerta de Partes y Servicios, abrió lentamente y se adentró al cuarto con total precaución y con sus piernas ligeramente temblorosas.

Una vez estuvo allí sintió una mirada sobre él, cuando volteó allí estaba el hombre de la otra vez...

— Hola, — Trató de saludar, pero el otro ni se movía. — mi nombre es Freddy, es un gusto. — Otra vez lo único que recibió fue silencio. — Sé que no comenzamos de la mejor manera... Pero podemos estar en buenos términos, ¿no?

Estaba ansioso, de verdad quería arreglar las cosas pero el rubio parecía esmerarse en parecer una estatua.

Quería irse, se sentía incómodo, pero algo en los ojos del contrario lo impedía: suplica.

Lo cual era extraño tomando en cuenta de que no se movía para nada.

Pensando en eso, estaba exactamente igual que la primera vez que le había visto, lo cual era extraño tomando en cuenta de que fue hace menos de un mes...

¿Eso al rededor del ojiplata... Eran telarañas?

Freddy comenzó a unir hábilmente los puntos y algo dentro de su cabeza hizo "clic". Era más que obvio, el rubio simplemente no podía moverse, por ello había permanecido en el cuarto solo y oscuro en la misma posición, y por eso no lo contestaba.

De alguna manera se alivió porque el rubio en realidad no estaba enojado con él.

— ¿No puedes... — Carraspeó al sentir su voz chillona. — ¿No puedes moverte? — Habló lento y claro, a lo que el rubio le miró atentamente.

No sabía cómo responderle... Era verdad, no podía moverse, pero debía haber alguna manera de darle una señal positiva a su pregunta.

Entonces se le vino a la cabeza el único movimiento que había aprendido en estos últimos días y ahora hacía con total voluntad propia y completamente normal: suspirar.

Por lo que hinchó su pecho de aire y lo soltó con un aire devastado.

El castaño entendió a la perfección.

— Tenemos que idear alguna forma para que digas sí o no, ¿okey? — Sus nervios se había ido al carajo siendo suplantados por su preocupación por el rubio y su querer ayudarlo. —... ¿Puedes pestañear?

Golden lo intentó, de verdad que sí lo intentó, pero podía cerrar los ojos y a los cinco segundos abrirlos. Eso definitivamente no era "pestañear".

Aún así, Freddy estaba más que satisfecho. — Genial, entonces... Un pestañeo es sí y dos pestañeos son dos. ¿Estás de acuerdo?

Golden como pudo pestañeó una sola vez.

— ¿Sabes por qué estás así? — Preguntó curioso el castaño, al ver que el rubio no reaccionaba aclaró su pregunta. — Me refiero a... Los fallos en tu sistema.

Golden pestañeó una vez.

— Tenías amigos, ¿Verdad? Los que eran antes los animatrónicos de esta pizzería.

Un pestañeo.

— ¿Sabes dónde están?

Esta vez fueron dos... Más un pequeño suspiro.

— Oh, lo siento... — Freddy se rascó la nuca algo avergonzado. Si ellos no estaban allí, era porque ya no existían. Imaginó vivir sin sus presiados amigos y sintió mucha pena por el rubio. — ¿Sabes lo del accidente?

Un parpadeo.

— ¿Sabes por qué se produjo el accidente?

Dos parpadeos.

— Pues, — Freddy quiso sentarse, estaba algo cansado ya... No había ido a cargarse lo suficiente. — ¿Puedo sentarme? — Señaló un lugar específico en el suelo. Recibió un parpadeo y no demoró en sentarse. El suelo estaba frío. — pues, según lo que escuché de un guardia el primer día que estuve aquí, al parecer fue un acto de venganza por un ex-empleado. Decidió quemar todo en la mitad de la fiesta de uno de los hijos del dueño de esto.

Golden hizo amagos de sorpresa.

— A veces no entiendo a los adultos... Creo que eso fue muy exagerado de su parte, creo que debió simplemente dejar el pasado en el pasado y seguir con su vida. — Soltó un pequeño suspiro mirando a la nada pensativo y Golden se dedicó a mirar su perfil, el castañito era muy lindo, se notaba que se esforzaron para hacerle ver tierno y confiable para los pequeños, sus hermosos ojos cielo soltaban cierto aire de inocencia y madurez a la vez que dejaba a cualquiera delirando. El rubio se sintió raro por experimentar aquello y pensó que muy probablemente sólo se estaba dañando más y más.

Sin embargo, hubo un detalle en sus palabras que dejó a Golden curioso: ¿Por qué dijo "adultos" en lugar de humanos?

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Dec 20, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

In my Feelings||GOLDY||Where stories live. Discover now