CINDERFELLA || TAEKOOK || ESP

[14] No Bienvenido

No sabía por qué, pero sabía que ella estaba al tanto de su interacción con el príncipe.

Quizás fue la temperatura bajo cero de la mirada de sus ojos sin vida lo que la delató.

O tal vez fue el hecho de que podía ver sus uñas clavándose en su palma, haciendo marcas notables en su piel mientras enviaba una mirada helada y ardiente a la marca púrpura que Taehyung había dejado.

Envió escalofríos por su columna vertebral, haciéndolo preocupado por la seguridad de su nuevo amor, ya que no tenía  idea de la razón por la que ella se abría opuesto tanto a la idea.

Tal vez lo estaba pensando demasiado, y la partida de su padre para enseñar arte en el reino de EXO la estaba estresando.

Sin embargo, cuando volvió a hablar, claramente con los dientes apretados, supo que era el objeto de su ira.

"Escuché que tu trabajo en el palacio está casi completo. Odiaría que te distraigas con alguna puta del palacio...", reflexionó, caminando lentamente hacia Jungkook.

"Yo... Umm... No es nada realmente. Solo un moretón", dijo débilmente, frotándose el cuello, sabiendo que ella vería a través de él. Tragó saliva, sin saber por qué estaba tan intimidado por esta mujer.

"Ah, ya veo. Entonces enviaré a Taeyong y Mark contigo mañana para asegurarme de que te mantengas a salvo", dijo definitivamente, aplaudiendo mientras sonreía, saliendo del estudio dejando a Jungkook con su boca violada y abierta.

"Cierra esa boca querido, no queremos que te resfríes", llamó, para transmitir su decisión a sus hijos.

Jungkook fue sacado de su trance cuando escuchó a esta mujer enérgica subiendo las escaleras, y la persiguió, "Eso realmente no es necesario, estaré bien, solo tengo un día más y---"

"Los llevarás contigo", se giró enojada para mirarlo, con los ojos ardientes y aterradores.

"Será buena práctica para Taeyong conocer el área para que pueda localizar y cortejar al príncipe más fácilmente", aplaudió mareadamente, midiendo internamente la reacción de su hijastro.

Él no la decepcionó, crujiendo momentáneamente para mostrar una expresión de horror antes de regresar a su estado controlado.

"Por supuesto. Me encantaría tener su compañía en mi último día", afirmó con los dientes apretados, para deleite de su madrastra.

Mientras ella se alejaba, él se volteo y corrió hacia el consuelo de su estudio, entrando en pánico y pasando las manos por su cabello, recordándole el placer de las actividades de esa tarde.

 Dios, pensó, qué pensará Tae.

Al día siguiente, Jungkook se dirigió de mala gana al palacio con sus dos hermanastros a cuestas, uno de los cuales parecía haberse vestido a propósito para revelar sus musculosos brazos y prominentes clavículas.

Taeyong hizo que Jungkook quisiera poner los ojos en blanco continuamente, ya que era claramente consciente de su belleza, lo que a su vez lo hacía aún más repulsivo.

Mark, por otro lado, parecía enamorado de todo el palacio, parloteando con entusiasmo en el oído arrogante  de Taeyong, Jungkook no pudo evitar pensar que Mark no sería tan malo si no cumplía con todos los deseos de Taeyong.

Comenzó a preparar su trabajo como costumbre, y anticipó la entrada de Taehyung al pasillo con un creciente pozo de desesperación. Sería su último día completo completamente solo antes del cumpleaños de Tae, ya que Jungkook ya no tendría una excusa para regresar al palacio.

Escuchó un silbido que solo podía identificar como Tae se volvía más fuerte, y comenzó a cantar, "Jungkook-ah, ¿qué haremos hoy?"

Su alegre canción se detuvo de inmediato cuando entró en el pasillo, sus ojos se encontraron con los tristes de Jungkook mientras su mente registraba a los dos hombres adicionales en el pasillo que quería para sí mismo.

Taeyong levantó una ceja, fingiendo conmoción por la familiaridad del príncipe con el artista, su boca formando una pequeña "o" mientras miraba entre el pintor y la realeza.

Atrapó el pequeño "lo siento" articulada en silencio desde Jungkook a Taehyung y tuvo que abstenerse de apresurarse para barrer a Taehyung de sus pies principescos en ese instante.

En cambio, el hijo astuto y arrogante se acercó al príncipe y colocó su mano sobre el hombro del príncipe, para consternación de la realeza y la ira de Jungkook, sus ojos perforaron agujeros en la espalda de su hermanastro.

"Debes ser el príncipe Kim Taehyung", dijo suavemente, con su voz grave, casi arrullando al real.

Taehyung le dio una palmada a la mano que no era bienvenida en su hombro y casi gritó: "Por supuesto. Y si desea permanecer en su ubicación actual, sugiero que sus manos se mantengan alejadas de mí y su boca cosida".

Taeyong estaba claramente sorprendido por la fría respuesta, ya que estaba bastante acostumbrado a todos los humanos con la vista desvanecida por el sonido de su voz.

Taehyung miró enojado el coqueto pelirrojo, retándolo a hablar antes de girarse para mirar a Jungkook, sus ojos inmediatamente perdieron la intensidad y se suavizaron en la sonrisa que hizo que el corazón de Jungkook latiera más rápido que nunca.

"Vine a despedirme, y hacerle saber que espero verlo en el baile en unos días", dijo Taehyung en voz baja, obviamente deseando poder quedarse por el resto del tiempo, con tantas ganas de conectar sus labios con los del más joven otra vez.

Se acercó a Jungkook y le dio un largo abrazo, susurrándole al oído: "Te amo. No puedo esperar para hacerte mío", mientras agarraba ligeramente el trasero del menor  fuera de la vista de los demás, haciéndolo sonrojarse antes de que saliera del pasillo, con una última mirada a Jungkook.

El sonrojo no fue extrañado por Taeyong, quien todavía estaba muy ofendido por la fría respuesta a sus avances.

Mark parecía ajeno a la situación, todavía deambulaba por el pasillo, fascinado por todo.

Taeyong no dijo una palabra más en todo el día cuando Jungkook terminó su último golpe, deseando poder ser recompensado por Taehyung.

Pronto

Muy pronto estarían juntos

Eso solo llevó a Jungkook a pasar el día hasta que llegó a su casa.

Estaba guardando sus materiales y deprimido al rededor de su estudio justo antes de que todo su mundo se oscureciera ante la fuerte conexión de su cabeza con la empañadura de una espada.