Mi Regente

Concentracion

Cuando pude salir de mi trance gracias a Perkins, los salude a los dos. Claramente no sabia cual era Derek y cual era Kevin. Empece a pensar en la cara de los dos de chicos, pero estaban tan lindos.... Perdón.. Tan cambiados. Los dos se veían engreídos. Cuando mi salva todo se dio cuenta de esto, vale aclarar que mi salva todo es Perkins, me dijo:
-El rubio es Derek, el otro es Kevin.
- Gracias Perkins, no sabes de la que me salvaste!
Cuando toco el momento de saludarlos, ellos muy inesperadamente se acercaron y me tomaron la mano diciendo:
-Hola yo soy Kevin, mucho gusto mi princesa.
A esto yo me quede un poco sorprendida, pero reaccione como si no lo estuviera
-El gusto es mío, Kevin.- La verdad es que yo no lo saludaría de esa manera tan educada, pero es lo que me enseñaron en la escuela.
Cuando toco el turno de el rubio, no me lleve ninguna sorpresa, era lo que esperaba que iba a pasar..... Directamente vino y me saludo con un beso en el cachete, no como un verdadero caballero en realidad. Pero yo tenía que aceptar que me gustaba que no fuera tan formal, si no como le sale. Yo quisiera poder hacer lo mismo que el, poder hacer lo que me nace, no lo que me corresponde por el simple hecho de ser princesa.
Yo le correspondo el saludo de la misma manera que el. Aunque después tuve la mirada negativa de mi hermano. No sabia si había sido por que yo lo salude informalmente o porque el lo hizo de una primera vez. Yo le devolví la mirada arqueando una ceja y el sonrió.
Después de que mi hermano y Perkins saludaran a los dos, fuimos a sentarnos a la mesa. Como todos los días, era una mesa gigante de diez personas. Siempre estaba ocupada por tres, pero hoy éramos cinco. En realidad tendríamos que ser dos todos los días ( mi hermano y yo), pero Perkins había sido un gran apoyo para nosotros desde siempre, así que prácticamente lo obligamos a comer con nosotros, esto no se debería hacer ya que todos piensan que por ser un mayordomo no esta a la altura de la princesa o príncipe, pero yo pienso que todo es una ridiculez. Hoy comimos un pescado raro que nunca se como se llama pero que me encanta. Ahora llegaba el momento mas incómodo , había que hablar con los príncipes.