Cambiando roles. ||JIKOOK||

I

Estereotipos.

Eso era de las tantas cosas que Park Jimin odiaba en este asqueroso mundo. ¿Por qué todos se tenían que dejar llevar por las apariencias? ¿Por qué todos aseguraban que él era un muerde almohadas? Era patético. Jimin podría hacer a cualquier persona un muerde almohadas.

Pero todos se dejan llevar por la apariencia. Todos se dejan llevar por unos centímetros y músculos más notables.

¿Quién era él? ¿Qué apariencia mostraba? ¿Así era en la cama? ¿Por qué todos hablaban de él gimiendo miles de nombres?

Lo dicho, patético.

Park Jimin vestía con el uniforme al igual que todos, entonces, ¿Por qué lo etiquetaban de esa manera? ¿Acaso era porque su estatura era más baja que la de los demás? ¿O por su trasero? ¿Podría ser su cabello rosado? ¿O porque prefiere estar solo que con cualquier imbécil del colegio? Exactamente, ¿Qué lo hacía un muerde almohadas?

Suspiró. Era estúpido y agotador pensar en eso, él no tenía idea de como funcionaba una mente como la de sus compañeros.

Mucho menos le interesaba saber lo que pensaba Jeon, el chico malo del colegio. Ese que se acercaba a él... nuevamente.

-Hola, Jiminnie.

El menor se sentó al lado del pelirosa, sonriendo con sorna mientras robaba una patata frita de este último. El mayor no hizo mueca o movimiento alguno al ver al azabache.

-Te he dicho mil veces, Jeon, que me llames hyung- ahí estaba nuevamente, esa actitud que atraía cada vez más al menor.

-A veces creo que puedes tener algo así como un kink, Park- haló el menor, abrazando al mayor por la cintura -¿Acaso eres un fetichista? No me vendría mal castigarte por no respetarme.

Park rio, podría imaginar a Jeon en miles de escenas obscenas pero nunca en una escena del menor siendo un rompe culos. Por favor, Jeon Jungkook era patéticamente un muerde almohadas de clóset .

El de cabellos rosas se acerco hacia el oído del menor, una de sus manos acarició peligrosamente su muslo mientras que la otra tomaba su cintura. Con una voz que erizo al menor, habló:

-Jeon, te ves tan patético tratando de someterme. Pero si hemos de estar en una cama, el que estaría gimiendo y rogando por más serías tú, no yo.

Sin vergüenza alguna, lamio y mordió el oído del menor sacándole un jadeo y coloreando sus mejillas de un rojo carmín.

Jungkook trato de recomponerse, no podía dejar que las miradas se posaran en ellos en ese momento.

¿Qué pensarían de él? ¿Qué dirían si el chico malo resulta ser un muerde almohadas?

Se separo de golpe de Jimin, mas sus cuerpos seguían pegados. No, no le daría ese gusto al mayor.

-¿Qué cosas dices?- preguntó, nervioso.

El mayor rio, notando esa actitud en el menor. Sí, a Jimin le encantaba hacerlo dudar.

-Digo la verdad- respondió, alejándose del menor para seguir comiendo -¿Acaso crees que serías el activo en una relación?

Jungkook hizo un puchero inconscientemente, ¿Cómo se atrevía a preguntar algo así? ¡Por supuesto que Jeon Jungkook sería el activo!

-¿Por qué te molestas tanto en negar que eres pasivo? ¡Mírate! Eres más pequeño que los demás, tu cabello te hace ver tierno, tus manos se ven pequeñas y tu trasero- señaló -Tu trasero grita ser destruido.

Jimin suspiró, estaba molesto. Sin decir palabra alguna, tomo sus cosas y se fue, dejando al menor confundido.

Ese niño se dejaba llevar por los estereotipos, ya le enseñaría.

Las clases se dieron por finalizadas cuando el ya conocido ruido de la campana se escucho a eso del medio día. Hoy habría una fiesta y Jungkook quería invitar a Jimin.

Park tenía ese aire de ternura que llamaba la atención de todos y él no era la excepción. Aunque hubo muchas personas que quisieron acercarse a Jimin, todos se alejaban tras conocer que aquel chiquillo tierno era un sarcástico de mierda que te jodía el corazón.

Y eso le gustaba a Jungkook. Jeon pretendía ser el que sometiera a ese chiquillo rudo.

Pero nada sale como lo planeado.