Un enfermero de un hospital llamó al cuartel de policía pidiendo ayuda.
–Departamento de policías, ¿Qué desea?— Preguntó la operadora.
–Necesito ayuda...soy..soy un enfermero del hospital.
–Digame, ¿Qué desea?
–Escuche, necesito traigan ayuda, ¡Deben de darse prisa!..
–Tranquilo señor. Dígame el lugar y la situación. Estaremos allí enseguida.
–Verá..casi todos los trabajadores de esta planta están muertos...ella..ella los ha matado a todos…¡Es una niña!..
–¡¿Una niña?!... señor, si esto es una broma..
–No..no es una broma... Ahora estoy escondido...pero ella no tardará en encontrarme..es un monstruo...N-no quiero morir..–Dicho eso empezó a sollozar.– ¡No quiero morir!
Fin de la llamada.
En un hospital al norte de España más o menos por el año 1982 una ambulancia llevó una niña de unos ocho o nueve años aproximadamente, según el diagnóstico del doctor la niña llegó a urgencias sin ropa, con quemaduras de segundo grado en brazos, piernas y pecho, también tenía las retinas de los ojos quemadas, su cabello parecía no haberse quemado y como apunte adicional añadió que ella tenía un peluche de patito con la mano y que le resultaba imposible quitárselo, aún estando sedada.
Los enfermeros de la ambulancia dijeron que una mujer llamó por teléfono a emergencias para cogerla porque estaba en medio de la carretera completamente desnuda y echando humo por las quemaduras, no tenía identificación alguna. El doctor y los demás enfermeros la atendieron y curaron dejándola en observación, a los tres días la niña se despertó en la habitación del hospital y el doctor fue a verla para hacerle unas preguntas.–Hola pequeña, ¿Cómo estás? Mi nombre es doctor Esteban, te hemos curado en este hospital, ¿Podrías decirme cómo te llamas?, ¿Puedes oírme…? Bueno, cuando te sientas con energías para hablar volveré, no te preocupes, tú reposa y descansa.
–Íngrid…
El doctor se giró al oír a la niña, ella le seguía mirando con esos ojos blancos, y le volvió a decir esforzando una sonrisa.
–Me llamo Íngrid..- Al doctor le pareció ver algo de malicia en su rostro, sintió escalofríos al ver esos ojos blancos con aquella sonrisa, sin decir nada el doctor se fue con una sensación bastante desagradable. Por la tarde un oftalmólogo fue a ver si la visión estaba completamente por las quemaduras, por lo visto no podían hacerle la prueba de las letras porque ella no sabía leer, sin embargo podía identificar objetos dibujados en las diapositivas.
La niña no se alejaba de su peluche con forma de patito ni un segundo, siempre lo llevaba y a veces parecía que hablaba con él en voz baja y que este le respondía con sonidos.Después de pasar la revisión el oftalmólogo dijo al doctor Esteban, que la niña parecía que veía perfectamente a pesar de que físicamente se veía que sus ojos estaban prácticamente quemados de color blanco sin poder distinguir la iris de la pupila. El doctor Esteban se sorprendió y decidió que debían hacerle una radiografía craneal para asegurarse de posibles daños cerebrales. Para entrar en la zona de radiografías los enfermeros le dijeron a Íngrid que dejara el peluche, pero ella no lo soltaba, los enfermeros trataron de razonar con ella, pero ella los hechó una mirada que hizo que se quedaran pálidos y se alejaran de ella. El doctor Esteban vió ese suceso, se acercó a ella y le preguntó.
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Pelotudeces de dos wnas
RandomEste es un libro creado por dos wnas, una de Argentina y la otra de Chile. Acá van a ver pelotudeces de las dos, historias raras y dibujos deformes(? También pueden que vean algunas anécdotas o peleas que a veces tenemos,o puede que también hagamos...