DESEOS LASCIVOS.

115 21 0
                                    

Conectar con una persona que se niega a mostrar su interior, es muy difícil, pero no imposible si sabes cómo manipularla y especialmente cuando no quieres algo en serio.
Como Aron

Conocerlo más de lo que pensé, me generó empatía por lo aceptable de su comprensión y compañía.
Él me conocía tan bien que, añado el hecho que hasta sabíamos de nuestros  hobbies; yo los suyos y él los míos para poder hablar cómodamente.
Era una de las pocas personas interesantes que en mi vida había conocido.
Su forma tenáz y tan simplificado al ejecutar sus tareas hacía que no se preocupara, actuaba sin demora y con excelentes resultados, su anatomía de modelo llamaba la atención de más y más adolescentes pubertas, pues su foco de acción era conseguir sexo y nuevas experiencias, elogiaba su propia suerte al poder tener casi a cualquier chica que deseara con solo hablarle.
Sin embargo, muchas de ellas tenían que conformarse con solo poseer su contacto físico y que él fingiera cariño para atraerlas, sabía perfectamente como hacerlo.
Las veces en que era agresivo se desquitaba humillándo a los demás,  y con ello hacía complementaba muchas de las cosas que en algún momento pensé

Nada de lo que él hacía representaba lo correcto.

Todo debía ser a su manera.

Era obstinado a las opiniones externas.

Siempre, siempre que creía conocerlo, venía y hacía algo nuevo.
Ésta vez, lanzándose a dar comentarios sexuales hacia las compañeras, aún sabiendo que ellas se ofendían. Pero en todo momento se hacían presentes sus vulgaridades, quien sabe en que tanto pensaba, pero definitivamente había momentos en que tenía muchos revoloteos mentales.
Tal era el caso en que un día durante las clases, mientras escuchábamos al profesor explicar y anotar algo en la pizarra, él de repente maldijo en voz baja, logrando de esa manera captar las raras miradas y que él, al darse cuenta obsevara a todos con cara de: -¿Cual es tu maldito problema?

Y quizás, nadie dudaba que siendo él tan arrebatado y terco, lo hayan golpeado  más de una vez en casa (su madre), a lo cual él hacía caso omiso, consideraba inusual que no lo hicieran si él lo tenía más que merecido.
Si se sabía que el sexo era su acto preferido, no podía él evitar gritarlo a los cuatro vientos siempre que tuviera ganas, añadiendo que por momentos omitía sus propios requisitos para conseguir chicas y se lanzaba a por unas, aún si ellas ya hubieran estado con sus amigos, lo que él pretendía era saciar su apetito sexual de alguna forma, siempre y cuando ella estuviera de acuerdo con hacerlo, si se encontraba a mujeres nuevas por la calle, no evitaba observarlas lascivamente, en especial, sus senos, esa parte que para su gusto, era la más exquisita de cualquier mujer.

Si se sabía que el sexo era su acto preferido, no podía él evitar gritarlo a los cuatro vientos siempre que tuviera ganas, añadiendo que por momentos omitía sus propios requisitos para conseguir chicas y se lanzaba a por unas, aún si ellas ya hubi...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


De ser como es,
se comprende que quiera más de lo que le pueden dar, un joven insaciable hace eso, buscar más, incluso donde no lo hay.

EL TÓXICO PERFECTO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora