Todoroki: Hey Izu, vi algo bonito hace poco ¿sabes?
Midoriya: ¿En serio? ¿El qué?
Todoroki: Tus ojos.
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Pendejadas e idioteces de la clase 1-A (Y tal vez algo con Shinso) que solo ellos te pueden aportar.
Risas aseguradas! (Esperamos)
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No...
Bien, sé que esto será algo distinto, pero díganme si les gusta.
A Jirou no le gustan las flores. Las encuentra demasiado cursis y femeninas. Sin embargo, tiene una debilidad por ciertas florecillas de color azul claro con un toque suave de violeta llamadas nomeolvides. Nadie que conocía sabía sobre aquella apreciación suya por aquellas flores, y la única persona a la que había confiado su secreto fué a una muchacha peliazul de ojos color malva de mejilas rosadas y una sonrisa encantadora.
Su novia Katsumi Hoshi, la cual había sido asesinada por unos villanos anónimos tres años atras fué la primera y única persona que descubrió si afecto por las nomeolvides, pues se las solía dejar cada día a la puerta de su casa, en la repisa de la ventana de su habitación o ocasionalmente en su pelo. Aquellos momentos que Jirou nunca quiso olvidar quedaron enterrados en su memoria para siempre gracias a los ramos de nomeolvides que añadía a sus dibujos con frecuencia.
Estaba la chica de ojos violetas en su habitación, pasando sus uñas pintadas de negro por las cuerdas de su guitarra color carmín y haciendo una melodía suave y relajante danzar por la habitación cuando llamaron a la puerta de esta. Kyouka suspiró pesadamente y dejó el instrumento a un lado para después abrir la puerta con cara de pocos amigos. Lo que vió tras ella, sin embargo, heló la sangre de sus venas.
Un ramito de nomeolvides decoraba una pequeña cesta color celeste.
La chica la cogió con manos temblorosas y, tras haber comprobado que no había nadie por los pasillos, la introdució en su habitación. Dentro de la cesta había una pequeña notita escrita con letra cuidadosa y tinta violeta.
Mi querida Jirou,
Espero que te hayan gustado las nomeolvides que te dejé. Sé que no aprecias mucho las flores, pero estas me recordaban demasiado a tí: fuertes, discretas pero preciosas de todos modos. La razón por la que hago esto es para confesarte mis sentimientos: te amo. Eres lo mejor que me ha pasado, y a pesar de que puede que no me correspondas, tenía que decirte esto.
Si me correspondes, o sientes curiosidad, vé al jardín de los sakuras detrás del edificio después de clases.
Te espero princesa.
Las mejillas de la chica se tiñieron de color carmín mientras decidía lo que hacer.
─Iré. ─ Se dijo a sí misma.
Mientras, en la sala común
─¿Crees que vendrá, Todoroki-kun?─ Una pelinegra preguntó, presa de los nervios, mientras creaba minúsculas matrioskas con las manos.
─Si. Jirou-san te observa muy a menudo durante las clases. No creo que deje pasar esta oportunidad Yaomomo.─ El bicolor contestó, con su faceta estóica habitual.
─¡Shocchan! ¿Me ayudas con los deberes de Ectoplasm sensei porfa?─ Un peliverde preguntó desde la distancia con una tierna sonrisa en su lindo y pecoso rostro.
Las mejillas del heterocromático se volvieron ligeramente rosas y, disculpándose hacia su amiga, se fué con el peliverde, por lo cual Momo solo dejó escapar una risita.
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Nomeolvides
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Hoshi: Nombre bucólico que significa "estrella" y se relaciona con la belleza de la noche.
