Parte cuatro

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Dos días después…

Me encontraba en un amplio salón blanco repleto de personas francesas, inglesas, españolas e irlandesas.

Mis fotos se encontraban rellenando el lugar de forma sorprendente, ya fue hace tanto tiempo que las mande que ya me había olvidado de algunas.

Al término del día ya había vendido ocho cuadros. A muchísimas personas les encantaron, una señora se compró tres y me dijo que no se llevaba más porque necesitaba dinero para comer, claro que fue de broma.

Mi vuelo de vuelta a casa estaba listo para mañana temprano. No podía esperar más para ver a mi novia de nuevo, la extrañaba tanto.

En Inglaterra…

Me estaba duchando en mi casa cuando me sonó el móvil, recién llegaba del aeropuerto. Mi plan era ir a la casa de (tn) luego de ducharme.

Me envolví en una toalla y lo atendí.

-¿Niall Horan?

-El habla. –Respondí-

-la señorita (tn) Lynn se encuentra en el hospital, ¿Puede venir? –No de nuevo… ella lo prometió-

-Claro que voy –Las palabras a penas salieron y corté el teléfono para vestirme-

-Busco la habitación de (tn) Lynn. –Le dije a la secretaria del hospital-

-Ohm… -Dijo viendo una hoja de sus manos- habitación 214.

-Gracias –Corrí al ascensor-

-Enfermera –Le dije a esta que salía de la habitación de (tn)- Soy el primo de la señorita Lynn –Dije en susurro-

-Ella no puede tener visitas, está muy delicada…

-¿Me puede explicar que ha hecho? –Le dije con lagrimas en los ojos-

- Consumió drogas, muchas pastillas en intento de suicidarse.

-¿Cuántas?

-Se necesitan solo 6 para dormirse, 15 para morir… ella se tomó 18. Y solo porque no había más en el frasco.

-¿Se tomó todo el frasco? –Asintió y sollocé- Escuché –dije sin parar de llorar- amo a esa joven de allí adentro, sufrí muchísimo estando con ella… pero no tanto como me hizo feliz. Es la persona que yo creía que no existía y… -ya no podía hablar- y si muere no quiero que se olvide de que alguien la amaba.

-Entra –Me dijo la enfermera con lágrimas en sus ojos azules- pero no te tardes. Me despedirán. –La abracé y entré a la habitación-

Cerré la puerta con mi máximo cuidado, ya que no quería  molestar a (tn).

Me acerqué a su camilla, estaba más pálida de lo que solía ser siempre. Sus labios estaban agrietados y ya no eran rosas, estaban algo morados claro. La besé temblando para tomar de su helada mano.

-Prometiste esperarme, no lo hiciste… también prometiste no lastimarte, pero de alguna forma lo empeoraste… ¿Por qué? Esto es mi culpa, no debí hacerte caso joder, si no me hubiera ido podría haberlo evitado –besé sus labios fríos- ¿Qué haz hecho? Te amo (tn) y no puedo dejar que te vayas, eres mi persona especial, mi pequeña princesa. Eres mi complemento y todas esas cosas cursis que odias que diga, juro que si te vas… ya no se… no puedo con esto amor, juro que no puedo. Recuerdas cuando éramos pequeños, decíamos que nos protegeríamos hasta que la muerte nos separe. –reí al recordarlo- y yo no cumplí, ahora estas aquí luchando por quedarte conmigo y yo sin poder hacer nada. Estas muriendo pequeña –

Please don't wound you - Historia corta (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora