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Llegué a mi departamento con rastros de lágrimas bajo mis ojos y la nariz irritada. Me sentía derrotado y a la hora de ir a dormir por más que trataba de ser positivo y pensar en las cosas buenas del día, como siempre solía hacer, no podía.

Si pensaba en que mire a Jin, recordaba que era porque ya no tenía empleo; si pensaba en lo bien que la pasamos, recordaba a Jungkook y con él lo demás. Pensaba en lo que debí haber dicho y no dije, en lo que debí hacer y no hice. Me frustraba, porque pensaba que por vivir pensando en el pasado no podía disfrutar el presente, pero en ese preciso momento sentía que mi presente era miserable. Me detestaba aún más al pensar que tal vez me victimizaba demasiado, pero también sabía que necesitaba tiempo. Mi mala suerte en esas fechas me había pegado como nunca antes, y comparar mi tristeza con la alegría de los demás se volvía el peor de mis hábitos.

Esa noche, al igual que las anteriores en ese departamento, lloré hasta quedar dormido. Siempre con la esperanza de despertar en un mejor día. A veces tenía sueños en los que despertaba y mi vida era como antes, como si todo hubiera sido una pesadilla; pero al final era al revés. A veces tenía pesadillas, en las que estaba perdido en algún lugar oscuro y algo me perseguía hasta que yo sin darme cuenta corría a un acantilado, y al caer despertaba con mi corazón acelerado. Pero esa noche no tuve una pesadilla, tampoco soñé con cómo era todo antes. Soñé con Jungkook.

Soñé con el día en que llegó a la escuela y se presentó ante todos, recordé lo que sentí al verlo y las veces en que nuestras miradas coincidían. La gran diferencia que hubo entre mi sueño y la realidad fue que él se acercó a hablarme desde el principio, como si me hubiera reconocido de entre la multitud, decía mi nombre como si no pudiera creerlo y me abrazaba...

Al día siguiente me desperté de un salto con el corazón alterado. Me sentía extraño, aquel era un sueño que no tenía desde la preparatoria. Me pareció raro, pero al mismo tiempo comprensible. Sabía que había un motivo detrás, pero no quise pensar en ello, aún tenía mucho por hacer.

Continué con mi búsqueda de empleo, entregué solicitudes y asistí a entrevistas. Algunas veces recibía mensajes de Jin preguntando cómo iba todo. Siempre que le decía que aún no había suerte, me respondía que esperará y yo me reía, no era como si tuviera algo más que hacer. Aún así temía el día que mis ahorros se fueran a acabar, y con la paga de la renta a un par de semanas, de verdad necesitaba conseguir empleo pronto.

Una vez que estacionaba mi auto frente al complejo de apartamentos, recibí una llamada de un número desconocido. Contesté esperando que se tratará de otra entrevista, y sí lo era.

"¿Es usted Park Jimin?" La voz era grave.

"Ah, sí... ¿Quién habla?"

"Soy Kim Taehyung, llamó por la solicitud de empleo que nos entregó, queríamos saber si aún está disponible"

"Oh, sí" Estaba emocionado, ya habían pasado un par de días sin recibir llamadas.

"¡Perfecto!... ¿Puede usted venir a una entrevista?"

"Claro... pero, disculpe ¿De dónde me llama?" Antes ya me había parecido extraña la forma en que comenzó la llamada, pero cuando dijo el nombre de la cafetería, la emoción que sentía desapareció en un parpadeo.

"¿Si puede venir?"

"Ah... yo..." Me quedé callado. Estaba seguro de que ni loco hubiera dejado mi solicitud de empleo ahí, y lo único en lo que pensé fue en Jin y la mirada que ignoré el día del almuerzo.

"¿Bueno?... ¿Sigue ahí?"

"Ah, si... es sólo que... Necesito pensarlo..." Respondí tratando de no sonar grosero. Necesitaba el trabajo, pero ¿ahí?

"La Razón" (Kookmin / Especial Navideño)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora