CEO JEON~ KOOKMIN O.S

Parte Única ☘

~°•☘•°~

Pasos rápidos resonaban por toda la mansión Jeon. Los empleados se movían dándole los últimos toques para la fiesta.

En la habitación principal se encontraba el patrón de la mansión, Jeon JungKook. Se observaba de pies a cabeza en el gran espejo de su recamara, revisando que su traje estuviese impecable.

Le encantaba estar perfecto.

Tomó un peine de su mesa de noche y lo pasó por todo el largo de su cabello hacía atrás. Su negra melena lo hacía lucir más atractivo. Todo en Jeon le favorecía. Por donde sea que lo miraran encontrarían belleza.

Caminó lentamente hacía el gran ventanal por el cual podía observar como sus invitados llegaban.

Entre vestidos y trajes elegantes, observó una cabellera peli-naranja que lo hizo fruncir el ceño.

¿Alguno de sus empleados había cambiado su look?
N

o, no podía ser uno de ellos. Ese cuerpo no lo reconocía y era imposible que se olvidase de él si fuesen cercanos.

Unos toques en su puerta lo hicieron volver a la realidad.

Con una media sonrisa salió y bajó las escaleras siento recibido por un estruendoso aplauso. Uno de sus empleados le dió un micrófono.

—Muchas gracias a todos por venir. Estoy feliz de compartir mi éxito con ustedes que me han ayudado— otra ronda de aplausos se hizo presente— Es un honor para mí tener tantas personas...— su mirada se cruzó con la de un chico bajito de piel lechosa, el mismo chico de pelo naranja— Tantas personas hermosas en mi hogar.

Los invitados sonrieron orgullosos. Jeon sabía cómo atraparlos.

—¡Que comience la fiesta!

La suave melodía de "La banda" se escuchó por todo el salón haciendo que los presentes se relajaran y empezaran a relacionarse entre ellos. La mayoría eran empresarios, los socios que tenía Jeon eran bastantes.

El pelinegro caminó hacia donde se encontraba el hermoso peli-naranja, pero en el camino fué interrumpido por sus amigos—socios— que lo saludaban amablemente.

A sólo unos pasos del chico, otra persona se cruzó en su camino. Park Chanyeol.

—Señor Jeon— saludó.

—Chanyeol, amigo— lo saludó con un abrazo.

Hacía mucho tiempo que no se veían. Ambos habían caminado en direcciones opuestas, pues Park se había mudado a Canadá por negocios.

El chico que lo traía hipnotizado caminó hacía ellos. A Jeon le encantó la forma en la que se desplazaba lentamente. Parecía un hermoso cisne. Su piel lechosa combinaba a la perfección con el traje blanco que llevaba.

—¡Oh! Jeon.... Te presento a mi hermano, Park JiMin.

La respiración se le cortó.

¿Cómo es que no sabía que su amigo tenía un hermano tan precioso?

Si se hubiese enterado antes...