Quiero ser tu sueño; [Bughead]

[5]

[Narra Jughead]

Oh mi dios. Estoy encerrado en una habitacion de 10 centímetros con Verónica Lodge. ¿Cómo mierda llegué aquí?

- Hey, tranquilo. - Dice Ronnie acariciando mi brazo. Seguía teniendo esa mirada del centro comercial.

- ¿Cómo que tranquilo Verónica? En media hora comienza la fiesta y nosotros seguimos aquí.

- Mira, lo importante aquí no es la fiesta. - Dijo para calmarme; obviamente que era importante. Y más para ella.

- Solo lo que importa es encontrar la manera de salir de aquí. Y después averiguar quién nos encerró. - Agrego.

- Espera... ¿había alguien más aquí? - Pregunté; ¿quien podría haber sido esa persona? Según estábamos solos. Además, ¿por qué?

Paramos un tiempo para pensar. Realmente no había manera que alguien más estuviera allí. Verónica vive con sus padres, pero iban a llegar tarde del trabajo. Después los cocineros y limpiadores salieron de su puesto temprano, Verónica quería la casa en paz para organizar la fiesta.

- No se me ocurre nadie. - Dijo poniendo sus manos en sus rodillas como se hubiera rendido.

- Hmmm, a mí menos. ¿Segura que tus padres llegaran más tarde?

- Obvio. Además, ¿por que quisieran ellos encerrarnos? Ni te conocen.

- Ya. Bueno, tarde o temprano lo averiguaremos. Ahora, a salir de aquí. - Dije estirandome. No importa lo que nos costará, había que salir de ahí.

Quedamos un rato observando la habitación. Parecía que no había esperanza hasta que ví una trampilla. Estaba un poco tapada por cajas que después quite.

- ¿Pero como mierda haremos para llegar ahí? - Dijo Ronnie notando aquella trampilla alta.

- Sube tu. Eres más pequeña, cualquier cosa te sostendre. - Dije pensando que era la mejor opción.

Ella sonrió y me miró de una forma extraña, muy extraña. Accedió con la cabeza y se acercó a mi para que la cargará. Lo hice y ella intento sacar la trampilla con toda su fuerza. En el momento que no podía más casi se cae, pero la tomé más fuerte. Hubo un momento que no aguante más. Tuve que sostener a Verónica y bajarla. Al momento que llegó al piso nunca sacó sus brazos de mi cuello. Parecía que ya era la hora de la que estaba llegando la gente. Se oía la puerta abrirse y cerrarse a cada rato. También parecía que alguien había prendido la música. No sé escuchaba bien desde este cuarto a lo lejos.

Igualmente, a pesar de todo el sonido y cosas tras esa puerta, mis ojos seguian en Verónica. Ella nunca me dejó de sostener ni mirar. Cada vez sentía que nuestras cabezas se acercaban más. Cómo un imán pero que iba despacio. Llegó el momento en el que nuestras cabezas estaban  pegadas. Se formó una sonrisa inmensa en los labios de Verónica.

En este momento, nunca supe reaccionar.

Todo paso tan rápido, hasta el punto de que nuestros labios formaron un beso; siento que pasamos horas en el. Solo paramos cuando sentimos la puerta del cuarto abrirse; eran Archie y Betty.

Las manos de Verónica seguian entrelazadas en mi cuello mientras que nuestras cabezas seguian juntas. Pero nuestros ojos fueron directamente a ellos. Betty estaba con cara de confundida; si fuera ella, también lo estaría. ¿Verónica y yo? No, por dios. Y Archie... parecía desepcionado. Después de aquel momento en su casa no volvimos a hablar. Pero después de todo no soy una persona vengativa, se que a él le gustaba Verónica, pero no fue mi intención.

- Chicos, esto no es lo que parec- - Dije para romper el silencio pero fui interrumpido por Archie.

- Ya cállate Jones. - Dijo y se fue. Me sentí tan mal que apenas pude notar que Verónica y yo seguíamos pegados.