Junio 19 de 2013

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Estaba durmiendo, lo más asustado que una persona puede estar. Cada día, la noche se hacía más larga. Entonces a eso de las tres de la mañana, me desperté. Fui hacia la cocina por comida y un vaso de agua. Miraba  para todos lados, sin saber el porqué. Cuando termine de comer, empece a escuchar gritos. Primero pensé que era el hijo del vecino, entonces para dejar de escuchar estos, prendí la radio, pero los gritos cada vez se escuchaban más fuertes y s esentían dentro de los cuartos provenientes de el piso de arriba , donde se encontraban mis hijos en estos momentos . No habia posibilidad alguna de que esten gritando ,ya que están durmiendo. Subí por las escaleras y desesperado, comenzé a abrir las puertas de cada uno de mis hijos. Julian,el mayor , estaba bien al igual que Lara y Marcos, pero Martina no estaba. De la desesperación, traté de llamar a la policía, pero no tenia señal, entonces me cambie de ropa y trate de salir a la calle por ayuda, pero todas las puertas de la casa ,incluso las ventanas estaban cerradas. Intente abrirlas von sus llaves correspondientes ,pero no se abrian. Asustado y sin saber que más hacer, empece a golpear la puerta principal para poder salir,pero no hubo caso. Tuve que romper una de las ventanas para poder salir por ayuda. Una vez fuera de la casa , en el piso de la entrada , se encontraba una frase con un color rojizo, algo parecido  a la sangre. Está decía: "No llames a la policía porque otra cosa podría pasales a tus hijos"...


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