" Estos sentimientos"

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(Latidos... Latidos..)

¿Qué me pasa? ¡¿Por qué mi corazón actúa raro últimamente?!

¡Ese hombre! –señala disimulado a un apuesto joven hombre de negocios que podría tener su misma edad, mientras el apuesto joven encamina hacia dentro de un edificio de "Bienes Raíces y Propiedades".

—¡Es culpa de ese hombre! ¡Kyouya Zen!–murmuró mientras lo seguía con la mirada– ¡Cada vez que lo veo me comporto así! Quiero estar mucho más cerca de él... No soporto seguir así... –cerró el puño– ¡Maldición! ¡Cada vez me odio aún más por esta razón!

Se dirigio hasta el edificio en el cual también debia entrar, luego paro dentro de un salón donde se iba a iniciar la apertura de la conferencia. Alli se encontrában otros hombres de trabajo, esperando que todos estén presentes para comenzarla, y sin olvidar mencionar que, ese joven también se encontraba allí sentado, como los demás.

¡Ahí está el! ¿Es parte del proyecto también? Significa que lo veré aún más cerca... Doy asco. –se sienta, y saca unos folios de su maleta–Al acabar nuestro trabajo hablare con él.

Luego de acabar más tarde con el trabajo, toma sus pertenencias rápido, y se dirige a buscarlo. Lo busco en su oficina, pero, el ya se había ido. Desanimado, se le antojo mirar por la ventana de la oficina de Zen Kyouya, y sus ojos se agrandaron al ver que el se encontraba afuera, y sin dudarlo fue corriendo pasando los pasillos y las escaleras, hasta salir del edificio y detenerlo para poder hablar.

Kyouya Zen se iba yendo sin notarlo, hasta que oyó que alguien llamó su nombre y se paro delante de él, un tipo: sudado, pálido que se quedaba sin aliento de tanto correr. La sorpresa hizo que sus ojos se agrandaran. El pensó que quizás había olvidado algún asunto importante de negocios, entonces se detuvo, y le preguntó:

—Discúlpame, ¿He olvidado algún asunto contigo?

—Si. –inventó una escusa para poder hablar con él– El asunto es que tenemos que entablar más a fondo este tema hablado en la conferencia de hoy. –y se presenta- Mi nombre es Shiraishi Atsushi, trabajo en el edificio de al frente, donde dice "Shiraishi's Properties".

—Entiendo. Entonces... ¿Te parece si mañana concluimos una reunión a las 3 de la tarde en mi oficina? –espera su respuesta.

—Hmm... –un poco pensativo– Si, me parece perfecto. Gracias. ¡Nos vemos mañana! –se despide y se va hasta su vehículo.

¡Mañana le diré la verdad!–con una mirada decisiva– Entro a su vehículo y se dirigio hasta su casa para seguir trabajando hasta ver que el sol se asoma.

Siempre le pareció normal trasnochar trabajando y no dormir seguido, pero aveces el cansancio le vencía y su cabellera quedaba postrada en el teclado de su Laptop de trabajo, y alrededor, su escritorio con una apilada colección de vasos descartables de café, como un adicto trabajolico del café, al igual que su difunto padre.

Tras quedarse dormido Una hora, el brillo proveniente del ventanal que dejó abierto apropósito ; para que el ambiente caluroso del Verano se retire, y entre la brisa fresca de la noche veraniega dentro, le encandiló los ojos al despertarse.

Sus ojos se achinaron por consecuencia de recibir la directa claridad del día, de pronto, decidió resfregar sus cansados y ojerosos ojos, y prepararse para lo de hoy.

En el trabajo, un hombre de mucha edad y de una baja estatura se le acerco a Atsushi, y le dijo:

—Señor Shiraishi, ¿puede prestarme un momento?

—¿Que se le ofrece? — le interrogó Atsushi.

—¿Podremos mejor hablar en privado? Así charlamos sin interrupciones. –le invita a Atsushi a que lo siga–

—Esta bien. –le sigue- Solo espero que la charla no dure mucho, y pueda llegar a tiempo a la reunión con Zen Kyouya. –pensó, mientras daba cada paso al seguir a aquel hombre de mayor edad.

—Aquí estará bien –se detuvo en una oficina del edificio desocupada, y se sentó, le hizo señas para que Atsushi también se sentará– Ven, ponte cómodo. –insistió.

Atsushi toma asiento, mientras le dio una corta observada al lugar que noto que nadie lo ocupaba, aparte de ellos.

—Y, dígame, señor. ¿Quien es usted? –le interrogó Atsushi.

—¡Oh! ¡Pero que despistado soy! –pone su palma en su cara– ¡casi olvido presentarme! –se burla avergonzado de si mismo– Soy Yukkio Sawada, presidente de "Sawada's company", tu tío me conoce, y tu padre me conocía. Es una pena que ya no esté aquí. –con un tono de voz melancólico– ¿Como conllevas tantas responsabilidades?

—Honestamente, Sr. Sawada. –con un tono de voz serio– No se hubiese molestado en venir a dejarme sus condolencias.

—No he venido por esa razón. –su maduro rostro se torna serio– Te conviene aceptar esto, por el futuro de tu empresa. –extiende su mano agarrando un sobre, y esperando que Atsushi lo tome.

—Debo irme, tengo una reunión pendiente. –se levanta del asiento y se va de la oficina un poco de prisa–

El hombre se quedó solo en la oficina junto a la carta que tenía que darle.

Atsushi se dirigió rápidamente a la reunión pendiente con Zen Kyouya, tras ver que su reloj marcaban las 2:58 p.m. Al llegar a la oficina de Kyouya, se aseguró de que estuviese allí, y unos segundos antes, escribió con su dedo índice en la palma de su mano el kanji de persona «人 = Jin» ; cada vez que los nervios y la intranquilidad le invada, este siempre será el kanji que le dará fuerzas.

—Kyouya si se encuentra dentro... –pensó– Lo observó por unos cortos segundos en silencio, hasta que empujó la puerta que se encontraba entreabierta, Kyouya miro hacia donde el chillido de la puerta resonó.

—Buenas tardes, tome asiento. –le ofrece Kyouya, al inmediatamente verlo pasar a Atsushi.

—Buenas tardes, y gracias. –toma asiento, mientras intenta que sus nervios no se desborden, estar a solas con el por primera vez, sus latidos... Con solo intercambiar miradas, su corazón estaba gritando sus sentimientos antes que su voz pronunciase palabra alguna–. Debo esperar un poco más –pensó.

—Su nombre es, ¿Shiraishi Atsushi, no? –dudando y al mismo tiempo seguro–

—Si –afirmó, se sorprendió por la buena memoria de Zen, y su corazón se puso aún más eufórico, oír que Kyouya Zen pronuncie su nombre, oír su voz, se sintió tan gratificante. Su corazón estaba apurandolo con más intensidad.

Luego de media hora de charla de negocios, interrumpió Atsushi:

—Kyouya... –con un tono de voz suave y serio– Mi corazón ya no puede guardar estas palabras, debo decirte la verdad. –hace una corta pausa, Kyouya no entendió la situación, le incómodo un poco que se refiriese informal hacia el, y su forma de expresarse en un momento a otro; como si fuese otra persona.

—¿Cual verdad? –le preguntó con un tono de voz serio–

—Kyouya –con una voz más segura, y sus ojos concentrados en los de él– Llegue a darme cuenta que te amo, ya no puedo evitar a mi corazón. –sus mejillas se pusieron coloradas– A pesar, de que ambos somos hombres... cuanto más intento olvidar estos sentimientos, más deseo estar contigo. –se levantó del asiento, para acercarse al asiento donde Kyouya estaba sentado e intenta besarlo. Kyouya que se encontraba en estado de shock por lo que acabó de presenciar, empuja a Atsushi, evitando que lo besara.

—¡Aléjate de mi! –exclamó, no pudo evitar repudiarle–. ¡Desaparece de mi oficina! –le insistió, sus buenos pensamientos sobre Atsushi se desvanecieron, tras oír aquellas palabras.

—Aunque te de asco, yo no pienso rendirme. Tu existencia es culpable de que me haya enamorado de ti. –le advirtió mostrando una actitud segura.

Atsushi salió de la oficina de Kyouya y se dirigio hacia su casa para seguir trabajando. Kyouya se sintió engañado, no podía creer que estuvo apunto de ser besado por un hombre, pensó;

—¡Uff, que asco! Que alivio que pude evitarlo. Pero luego recordó que tenía otros asuntos y decidió no darle importancia a lo que Atsushi le advirtió. 

Hateful LoveWhere stories live. Discover now