EL DOLOR DEL ÁNGEL

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Estaba sentada llorando en la orilla de aquella habitación, sentía como si su mundo se fuera a derrumbar, no sabia como habia llegado allí, sin embargo no le importaba, su corazón dolía, sentía que iba a morir, ¿Que fue lo que hizo mal?.

No sabia que hacer,¿Por que se fue?¿En que se equivocó?, no lo entendía, ella lo amaba con todo su ser e hizo todo para poder estar a su lado, incluso rechazo a su propia sangre para mantenerse a su lado, tal vez ¿Su amor no era lo suficientemente grande?.

¡Fue tu culpa!
¡Por tu culpa el se fue!
¡Se alejo de ti!
!Es tu culpa!
¡Tu culpa!

Se lo repetía una y otra vez en su cabeza, ¿Que tenia que hacer para que regresara?.

La puerta de aquella habitación fue abierta y entro un hombre alto, pálido, de cabello negro y ojos del mismo color, la miro por unos instantes hasta que se acerco a ella y la levanto lentamente para sentarla en una silla.

- ¿En que me equivoque?- pregunto ella apenas en un susurro.

- En nada- fue lo único que el le respondió.

- ¿Como llegue aquí?- dijo alzando la vista.

- ¿Acaso no lo recuerdas?- ella lo miro espectante, el dio un enorme suspiro y continuó- después de que él hablara tu comenzaste a llora y le dijiste que fuera feliz- le comento- pero de repente tu voz se volvió más dura y tu mirada daba miedo, lo amenazaste y luego te fuiste, al llegar aquí te encerraste.

-No puede ser- ella estaba muy sorprendida- Tengo que ir con el, le voy a decir que todo fue un malentendido y que no volverá a pasar- dijo intentandose parar de la silla, sin embargo no lo logro pues él se lo impidio.

- No puedes ir a buscarlo después de lo que te hizo.- su cara no mostraba ninguna expresión pero su voz sonaba molesta.

- Pero si no lo hago no lo volvere a ver- lágrimas salian de sus ojos.

El entonces la levanto de la silla y la abrazo, la acurrucó contra su pecho y le hablo.

- Se que quieres ir con el pero el te lastimo y un hombre así no te merece, no voy a permitir que te dañe de nuevo, eres lo más preciado para mi y no tolerare que te cause tanto sufrimiento- la abrazo aun más fuerte pero sin lastimarla- no me inporta si me odias por esto pero todo lo hago por tu bien- ella lo miro y correspondió su abrazo .

-¿Que debo hacer Sai?- le pregunto aun abrazándolo.

El la separo un poco de si.

- Lo primero que tenemos que hacer es irnos lo más pronto posible de aquí, si no lo hacemos ellos vendrán por ti y te llevaran- se soltó delicadamente del abrazo- pero primero tenemos que encontrar un lugar donde podamos quedarnos y estemos seguros.

- ¿Cuanto tiempo tenemos?- su rostro mostraba preocupación, había dejado de llorar.

- Máximo un año, tenemos que apurarnos- con una de sus manos acaricio su cabello.

- Se de un lugar al que podemos ir pero primero tenemos que saber donde esta ubicada.- le dio una linda pero forzada sonrisa- por ahora sera el lugar más seguro donde podamos estar.

- entiendo, entonces lo buscare.

- Confió en ti.
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Había pasado un año después de aquel incidente, sus días eran iguales, nada mejoraba, siempre lo recordaba, siempre lloraba, siempre se culpaba y nunca dejaba de sentir ese dolor en su pecho que la aquejaba todos los días.

Estaba afuera de ese hogar donde vivió por 3 años, al fin se iría de ahí, del lugar donde lo conoció, donde se enamoro, donde vivió los momentos mas felices de su vida, donde rechazo todo su ser y donde le rompieron el corazón.

- Tenemos que irnos.

- Lo se - dio una sonrisa llena de nostalgia- ¿Todo esta bien preparado?¿Todo saldrá de acuerdo al plan?.

-Claro que si, mira por ti misma- con su mano señalo a una ventana de la casa donde ella se acerco y logro ver su habitación, en ella no había muchas cosas pero lo que mas destacaba era una pequeña silla en medio de la habitación, una cuerda amarrada del techo y un cuerpo que llacia inmóvil colgando de ella, ese cuerpo era idéntico al de ella, incluso su aroma era el mismo, ella estaba tranquila, con eso todos creerían que se había suicidado , nadie sospecharía.

- Es hora de irnos.

- Si, vámonos- antes de irse vio aquella nota que había dejado en la mesita y que decía en letras pequeñas "para Sasuke" que llacia junto a su cama y se alejo lentamente.

- Y dime pequeña ¿A donde iremos? - Le pregunto mientras habría un portal par a que pudieran pasar.- no creo que haya algún donde estes realmente segura, después de todo, el que un ángel abandone su hogar, rechace a su raza y su clan sin mencionar haberse relacionado con un mortal y enamorarse de él no pasara desapercibido en ninguna parte y por si fuera poco no eres cualquier ángel, si no uno muy especial y la favorita de la diosa Nanami.

- Iremos al único lugar donde no se atreverán a buscarme nunca, un lugar que es muy oscuro y desolado, donde a cada paso que das pones en riesgo tu vida, si un alma blanca entra ahí enseguida morirá en agonía y su alma perecerá para siempre. - volteo a verlo y le sonrió.

- ¿Si ese lugar suena tan peligroso por que vamos ir creo que seria mejor quedarnos aquí.

- No te preocupes, lo único bueno de ahí es que en ese lugar se encuentra la persona que mas aprecio en el mundo- Sai dudo al preguntar.

-¿Quien es esa persona?.

- Esa persona es mi padre- fue lo ultimo que dijo antes de adentrarse en el portal.
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EL ÁNGEL, EL DEMONIO Y LA BESTIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora