❝ Tears ❞ UsPer

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Perú tenía una brillante sonrisa en su rostro, Estados Unidos lo había llevado a un parque de diversiones como una cita, ambas manos estaban unidas y realmente sentía que al fin eran una pareja luego de tanto tiempo.

USA se portaba de lo más cariñoso, acariciaba su cabello castaño, le decía palabras lindas y por una vez sintió que el maquillaje en su rostro no era necesario, pero, no correría el riesgo de que al quitárselo el chico volviera a ser algo distante como antes.

Algunos dirían que ese no era su problema, que si el de habla inglesa no lo quería de esa forma entonces era mejor terminar su relación; sin embargo, ese era su pensamiento, Perú creía que él era quien debía poner de su parte, debía esforzarse incluso el doble para ver si esa relación al menos avanzaba un poco justo como en ese momento, aunque muy dentro suyo sabía que eso no era así.

—¿A dónde iremos primero?— preguntó con tranquilidad volteando su mirada para ver el rostro del rubio el cual se notaba algo concentrado en ver a su alrededor, demasiado diría él.

—Bueno, quería llevarte primero a la montaña rusa ¿Qué te parece?— el pecoso asintió, si bien esa cosa le daba profundo terror, este se mezclaba con la emoción y euforia del momento lo cual provocaba una sensación de placer al estar dentro de ese juego y al final de todo no era tan malo como creía sino al contrario, todos siempre deseaban dar otra vuelta.

Y ahí estaban formando la fila para subir al juego, el de cabello castaño no podía parar de moverse de la emoción mientras que su contrario se concentraba en mirar su celular en lo que esperaban. Cuando llegó su turno ambos subieron, Perú encontró un excusa para abrazarse al contrario y este encontró la excusa para sostener su mano, gritando y mirándolo de una forma dulce, una mirada perfecta tal como la describiria el más bajito.

Al salir el de habla española se acercó más al contrario, le sonrió y poco a poco se acercó a sus labios robandole el primer beso que tanto había ansiado, porque en verdad no pensaba darle un beso en la primera cita o en sus primeros meses, eso era algo que debía darse de corazón y por su puesto a la persona indicada.

Aunque aquel momento tan romántico no duró tanto como él hubiera esperado, el rubio se separó en cuanto vio a una persona. No dejó solo a Perú, tomó su mano y lo guió hasta el gran chico que parecía haber estado esperando un poco.

—Perú, creo que ya debes conocer a Rusia.— en su mente solo pensó que era imposible no saber de él si en todo momento el contrario lo mencionaba en cada conversación posible.

—Él nos acompañará un rato.— Volvió a hablar USA con una clara sonrisa lo cual no favoreció a que el mal humor del pecoso disminuyera, no, no quería que Rusia estuviera con ellos, era una cita, no una salida de amigos, de ser así no se hubiera oponido si el contrario se lo pedía, pero este no le dijo absolutamente nada.

—Cariño, quería ir a la noria.— pidió Perú esperando que su "novio" al menos le complaciera con eso, solo ir allá, subir y luego ya si quería iba a los juegos con su amigo todo lo que quisiera, pero al parecer había sido ignorado pues ambos chicos ya estaba adelante suyo caminando.

El contrario no esperó más. . .y no, no fue con ellos, se fue a su casa, porque sabía que si el más alto estaba con su chico, este lo ignoraria de todas las formas posibles.

Hasta ese punto se ponía a pensar si realmente le había dado su primer beso a la persona correcta, pero como siempre exageraba, las lágrimas que derramaba solo eran producidos por un simple berrinche o al menos eso se repetía para sentirse mejor.