—¿Qué vamos a hacer? —pregunté intentando no tropezar con mis palabras debido al nerviosismo, estaba asustado sin duda alguna. Sentí el corazón en la garganta junto a unas inmensas ganas de vomitar. A él no parecía importarle en absoluto, solo mantenía su fría mirada en la carretera, como si yo no estuviera presente ahí.
Si bien quería evitarlo, se me hizo imposible no mirarlo y sentir como se me revolvía el estómago mientras pensaba en el cadáver que iba atrás del auto.
Alzó una ceja y rió antes de hablar—¿En serio quieres que conteste tu pregunta? —habló en un tono filoso, como si estuviera a la defensiva. El ambiente se volvió algo incómodo desde mi parecer aunque dudo que él sienta la incomodidad del lugar, siendo un maldito psicópata no creo que pueda percibir sentimientos.
Lo que podía ver a mi alrededor sólo eran árboles y montañas. Solo me quedaba esperar mientras íbamos por aquel rocoso camino.
El auto se detuvo en un río de corriente fuerte, con un puente infestado de enredaderas que estaba partido a la mitad, el rí contaba con un ancho bastante amplío y algunas rocas sobresalientes del agua turbia.
Sólo vi eso antes de que mi concentración se fuera a la mierda para centrarme en Jeno, quien estaba poniéndose un cigarro en la boca mientras lo prendía para luego soltaba una calada. De no ser por el miedo y los nervios del momento, pensaría que esa imagen es jodidamente atractiva, porque vamos, es Lee Jeno en un auto, de noche, con pantalones de jean negro rasgados, una camisa blanca que contrastaba con toda su ropa, arremangada hasta sus codos... ¿Es lindo? sí ¿Eso importa ahora? no.
—Baja si quieres —me miró mientras decía eso con un tono de desinterés, el humo salió de su boca cuando dijo aquello— ¿o prefieres esperar toda la noche aquí?
Sabía que su mirada estaba clavada en mí, esperando mi respuesta. Pero no podía hacer nada, estaba paralizado y parecía que me había cosido los labios o que me habían quitado la voz, intenté hablar sin embargo mis palabras quedaron en la nada, de mi boca n salió ninguna oración coherente y me desesperé levemente. Él solo me miraba sin hacer nada, como si ya estuviese acostumbrado a mi actitud tan rara.
Sonrió, haciendo que sus ojitos se parezcan a la media luna de aquella noche, y por alguna razón rara y horripilante, me calmé.
Mi yo interior gritaba un fuerte y claro grito de CORRE mientras que mi otra parte se quedaba embobada viendo al hombre que tenía en frente. Era como si mi mente quisiera correr una maratón pero simplemente mi cuerpo era inválido para aquello.
—Nana, nana, nana... —repetía con el humo saliendo de su boca con una linda sonrisa pintada en su rostro y con sus pequeños ojos en forma de media luna, me miró— No cambiaste nada, eres completamente el ángel que fuiste siempre ¿O no? —se acomodó separando sus piernas en el asiento, apoyando su mentón en la palma de su mano— a veces me pregunto si de verdad eres un muchacho de dieciséis o un niño de ocho años al que hay que decirle todo lo que está bien y lo que está mal.
¿Me ofendí? Oh si, ¡¿Cual era su puto problema?! no soy ningún niño estúpido que no sabe nada ¡Él no me ve como un adulto! el es el verdadero niño aquí.
Antes de contestar algo, él salió del auto yendo directamente a la puerta trasera abriéndola para sacar la gran envoltura de sábanas manchadas de sangre. Me bajé siguiéndole el paso a Jeno.
Llevó el cadáver hasta la orilla, donde desenvolvió todo, dejando a la vista a una joven muchacha de facciones tan delicadas, que podría ser fácilmente confundida con alguna princesa de película tipo Disney o algo así.
—Ve al auto —ordenó mientras se agachaba a la altura de la joven, agarrando el brazo de esta y lo miraba como si fuera un chocolate— vete sino quieres ver lo que pasará, nene.
Estaba siendo controlado, quería pensar eso, ya que no era normal la forma en que mis piernas dieron la vuelta y fueron camino al carro, sin reprochar. Solo me subí al coche apartando la mirada de enfrente, trataba de esquivar a toda costa no mirar al frente donde estaban él y ella.
eEra algo difícil, ya que Jeno no estaba de espaldas a mí, sino que su cuerpo daba directamente para mí y las luces estaban encendidas por ende, podía ver con claridad la magen si quería.
Pero me era imposible no sentir curiosidad por como sería figura exacta de Jeno en ese momento, sería... ¿aterrador, espeluznante, bonito? no lo sé, pero quería mirar ahí.
En un momento mi mirada llegó hasta él, y ambos conectamos miradas completamente diferentes...
Nunca había visto a alguien así, parecía un animal comiendo de su presa, sentí por un momento, que me estaba observando un lobo mientras me gruñía, con una mirada tan fuerte y la sangre chorreando de su boca mientras se fijaba en una nueva presa. Me sentí tan vulnerable y raro a la vez, como si fuera un cachorro asustado escondiéndose detrás de su madre con la gran diferencia que yo no tenía a nadie para esconderme. Con la misma mirada, se dirigió hacia mí, y aunque tengamos la misma altura, me sentí como un duende.
Una vez hubo llegado hasta mi dirección, abrió la puerta del auto con algo de fuerza dejando sus brazos a los costados del auto, acorralando mi cuerpo en el asiento.
Ambos intercambiamos miradas y se comenzó a acercar a mí hasta que pude sentir su respiración algo agitada en mi labios y la sangre cayendo en mi ropa, con una de sus manos comenzó a acariciar mi mejilla, y yo no aguanté más.
Lo besé...
Yo decidí probar sus labios con sangre. Yo mismo.
¿fue una poronga? fue una poronga.
perdón gente.
ya po, pero ¿que les pareció? ¿quieren que siga? xd ¿les parece que haga una playlist? a
d vd no estoy muy conforme pero quería actualizar para q vean q estoy viva.
en fin, que te vaya bien, desconocido a través de una pantalla. recorda que sos una persona maravillosa, te amo muxho <3
No es lunes pero bueno, ah.
regresion epica yo 2024 wtf
leo esto y la vd me intriga saber que cosas preocupantes pasaban por mi cabeza de 12 años para escribir esto.
pero no me quejo, buena trama.el comeback mas epico de todos, pienso swguir esta historia
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caníbal; nomin
Short StoryDonde Jaemin decide probar carne siendo vegetariano, destapando su lado oculto.