Crónicas del Rusper

#3

Perú tenía un secreto bien guardado.
Uno que no se había animado a contarle ni siquiera a su mejor amigo Argentina.
Perú estaba enamorado de Rusia.

Ohhmaaaiiii

-Che perusito, crees que deba darle una oportunidad a Chile? Es que ese pelotudo tiene algo especial que me encanta, lo tiene todo.
Menos culo, pero eso no importa.

-Creo que si, desde que llegamos juntos a la reunión no te ha quitado la vista de encima.

-Por macri! En serio? Y vos no me has dicho nada puré?-el argento se paró de su asiento para ir al baño, simplemente quería retocarse el cabello.
El sabe que es perfecto, le da los mejores tratamientos capilares que el dinero puede pagar, pero no estaba de mas asegurarse.

Perú se quedó esperando a su amigo, pudo ver a muchos países conversando animadamente.
La mesa de los europeos, tan refinados como siempre.
Comían platillo gourmet de la mas alta calidad.
La mesa de los asiáticos, muy tranquila a su parecer.
Llena de platillos exóticos.
La mesa de los africanos.
La mesa de los oceánicos.
Y estaban ellos al final, los americanos.

Lo gracioso de esto es que había dos mesas, una reservada para los latinos y otra para Usa, Canadá y Groenlandia.
Era obvio el porqué Usa solicitó esa separación.

Perú comía con discreción su plato de Ceviche.
Sus demás colegas hicieron un desorden en la mesa, comida pasando de una mano a otra acompañada de una sinfonía de gritos e insultos.
Si, esta definitivamemte era mesa latina.

Sentía dos miradas fijadas en el, sabía que una pertenecía al chileno, la otra era de usuario desconocido.
Vió a México darle una mordida a sus tacos mientras las guayanas se peleaban por una ensalada.

Perú en su interior deseaba ser como México o Argentina.
Ellos sabían hablar bien, tenían esa facilidad para comunicarse con los demás.
Mientras tanto, él ni siquiera podía alzar la voz para que le pasen la sal.

Era un desastre.
Lo bueno es que su amigo Argi lo comprendía y lo ayudaba a pulir sus habilidades sociales.
Hablando del rey de Roma, el albiceleste se estaba demorando mucho en el baño.
Lo buscaba con la mirada, una cosa que le sorprendió es que Chile ya no estaba en la mesa.

Antes de que el perucho empezara a especular sobre la ausencia de los 2 países, una voz lo llamó:

-Hey Puré! ven aqui carnalito.

Perú se señaló con el dedo, dudando si se referían a él.

-Pues si wey, no mames.

Perú se levantó para ir con el mexicano.

-Hola Mex, para que me llamaste?

-Bueno puré, tengo un chisme que te va a interesar.

-Un chisme? sobre mi?

-No exactamente carnal.-México rodeó el cuello de Perú con un brazo, buscando atraerlo hacia él para susurrarle algo al oido.-Palomero, alguien gusta de ti.

-Que? No es posible.

-Creeme we. Es una primicia, de primera mano.

-Y quien es el interesado? Si se puede saber...

-No puedo decirte palomero, mis labios estan sellados.
Debo decir que es una lástima, te van a sacar del mercado wey, y tu que estas tan tierno-el mexicano le tiró una nalgada al incrédulo Perú, que dio un gritito por el golpe.

-Para, no es gracioso-Perú se ruborizó por tal muestra de ¿afecto?

-Jaja no haré nada mas, no quiero que tu "admirador secreto"-hizo un gesto con los dedos- me de unos putazos.