Porque te reconozco -GiyuNezu-

~03~

Todo era movimiento, el frío viento chocaba contra la piel de Nezuko, espabilándola. Confundida observó a su alrededor, estaba encima de un chico que la llevaba torpemente.

—Tranquila Nezuko, yo te salvaré.

Su desconfianza y hambre aparecieron, al ser recién convertida tenía un hambre voraz. Intentó separarse de él pero Tanjiro perdió el equilibrio, cayendo los dos de un barranco, afortunadamente la nieve amortigüo la caída. Con ayuda de un robusto árbol, se levantó del suelo. Observó como ese chico se acercaba preocupado, aumentando la furia que recorría sus venas. Se lanzó sobre él intentando morderlo, pero Tanjiro pudo evitarlo con el mango de su hacha.

Nezuko vió terror en los ojos del Kamado, la desesperación la invadió su menudo cuerpo, aumentandolo de tamaño y acabar cuanto antes aquello.

—¡Nezuko resístelo, haz lo que puedas! ¡No te conviertas en un demonio, aguanta! ¡Tu puedes, sé que puedes!

Las lágrimas de Tanjiro la hicieron sentir un remolino en su interior. Dejó de hacer fuerza, sus orbes rosadas se humedecieron empañándole la vista. De repente el mayor la empujó y rodó lejos de la escena junto a él. Abrió los ojos lentamente y quiso deshacerse de su agarre. Estaba furiosa y hambrienta, no estaba concentrada en lo que hablaban, pero de un momento a otro aquel intruso la tenía agarrada por la cintura.

—Le cortaré la cabeza a tu hermana.

Su interior se revolvió de nuevo e intentó liberarse con mayor esmero.

—¡Espera! ¡Nezuko no mató a nadie!

Aquel nombre paralizó por un momento al mayor, negó lentamente con la cabeza, hizo caso omiso a las excusas del chico y levantó su katana hacia el cuello de la demonio.

"No"

Se removió aún más fuerte desesperada, no quería, no podía, no era el momento.

"Por favor, para"

Su respiración se entrecortó al sentir el filo en su garganta.

—Por favor, no mates a mi hermana.

Ambos observaron a Tanjiro haciendo una reverencia. Tenía la necesidad de levantarlo del suelo y protegerlo de aquel chico de ojos azules que lo miraba con frialdad.

—Te lo ruego... Te lo ruego...

La respiración de Nezuko volvió a la normalidad cuando aquella katana se había alejado de su garganta. Estaba enfadado, gritaba al que se hacía llamar su hermano mayor con rabia... Cerró sus ojos y gimió de dolor cuando le hizo una herida superficial en la garganta de un solo corte.

Todo pasó muy rápido, una piedra golpeó el arma y la nieve los rodeó, otra piedra volvió a ser lanzada y Tanjiro se encontraba delante de ellos, con incredulidad vió como el mayor golpeó al castaño con el mango de la katana. Sintió como el de cabellos azabaches aflojaba el agarre debido a su impresión con un hacha que casi le corta la cabeza. Le dió una patada en el abdómen y se colocó en frente de Tanjiro, protegiéndolo.

Entre gruñidos inentendibles dijo:

—No vuelvas a tocar a mí hermano —claramente, nadie la entendió.

"A partir de ahora, Tanjiro no la protegería, ahora era su turno para protegerlo a él"