[+18] U N F O R G E T T A B L E - FELINETTE - [MLB]

-PROLOGO-

New York. Casino Aurore Boreal. 22:35 p.m.

El casino Aurora Boreal es quizás el más imponente de todo New York. Fue llamado así por su dueña quien, en una exagerada muestra de arrogancia, lo bautizó con su propio nombre. Aurore es una importante inversionista que le dio a esta casa de apuestas el renombre y opulencia que ostentaba hoy en día.

Después de la sospechosa muerte de su esposo, Aurore ha administrado de manera idónea las ganancias que obtiene gracias a los juegos y espectáculos novedosos que ofrece su negocio, sin contar claro, con el otro negocio que corre por debajo, el lavado de dinero para sus contactos vinculados con la mafia de la ciudad.

Pero para ella el dinero no lo es todo. Hasta la más fría de las mujeres necesita sentir los cálidos brazos de un hombre. Daba igual si fuera por amor, lujuria, embriaguez o simple curiosidad; el calor y la fuerza de un hombre es algo indispensable para ella. Pero los hombres que la rodeaban son un completo desastre. Sus guardaespaldas son demasiado estúpidos para entender una indirecta y sus socios son libidinosos egoístas, demasiado brutos para hacerla sentir como ella quería. Por lo que esta noche, gracias a su dinero, conseguiría la compañía y diversión que tanto ansiaba.

Ella se acomoda tranquilamente en su amplio sofá de estilo barroco, de color vino satinado, saboreando una copa de champán mientras espera levemente ansiosa que el juguete de esta noche sea justo lo que desea.

De pronto, tocan la puerta. Ella da aviso a uno de sus hombres que se encuentran del otro lado de la puerta para que deje entrar a su visitante. Comienza a saborear sus labios con elegante excitación al examinar al hombre que ingresaba en aquella habitación. Un alto y acuerpado joven de cabellera rubia y ojos color verde esmeralda, vestido de un elegante traje negro satinado de pies a cabeza. Sin duda una clase de hombre sumamente raro de encontrar, y era justo lo que ella necesitaba. Por algo había pagado una gran suma de dinero, y ahora veía que no fue en vano su inversión.

Da otro sorbo lento a su copa, sin despegar la vista de aquel joven que definitivamente era varios años más joven que ella.

-Debo felicitar al señor Phil por haber escogido muy bien a mi juguete. - Dice mientras tomaba otro sutil sorbo y cruzaba sus piernas seductoramente frente a él - Dime... ¿Cómo te llamas?

El joven sonrió suavemente empezando a caminar hacia ella. Aurore se sorprende que un joven tan atlético fuera capaz de dar pasos tan silenciosos, ruborizándose al ver cómo al llegar frente a ella el muchacho se inclina tomando su mano y besando el dorso de la misma en señal de saludo sin dejar de mirarla con sus penetrantes ojos verdes.

-Buenas noches, señorita Boreal. - Dice con una suave y calmada voz que hace estremecer a la mujer al escucharlo. Era la primera vez que un hombre la trataba con tal delicadeza. -Mi nombre es... –Titubeando un poco - Es el que usted escoja. Llámame como usted desee.

A ella le pareció curioso el oírlo titubear, pero estaba demasiado absorta con su mirada, como para tomar en cuenta ese detalle, porque ahora su forma elegante y caballerosa de tratarla, la tienen cautivada. Este chico no se comparaba en nada con la mayoría de ineptos y primates con quienes se mantenía rodeada.

Ella se inclina sobre sus labios mientras su dedo traza la barbilla del chico sin apartar la vista de esas esmeraldas, que parecían tenerla hipnotizada.

-Déjame pensar... ¿Qué nombre le quedaría perfecto a mi nuevo juguete? -pregunta en un sensual canturreo, a la vez que su dedo comienza a trazar el cuello del rubio seductoramente, pasando por su barbilla para luego llegar a sus carnosos labios. Finalmente, La mujer sonríe y dice una palabra en francés que pensó sería perfecta para la ocasión.

-Tu nombre será... Chaton.

El rubio sonríe y besa suavemente la yema de su dedo, haciendo a la mujer suspirar ansiosa.

-Entonces mi nombre será Chaton por esta noche... - tomando con delicadeza la copa de las manos de la dama.

-Por favor, póngase cómoda... Déjeme servirle más champán.