Han pasado varios meces desde que e estado caminando por estos rumbos del bosque, cada vez que doy un paso en lo profundo del bosque, ella corre mas y mas lejos de mi, como si le encantará que la siguieran, sobretodo por el echo de que esta loca de amor.
De vez en cuando me detengo cerca de un arroyo o mato algún animal para comer y tomar aire, esos pocos minutos los uso para quitarme la máscara y tomar aire fresco, pero cuando lo hago siento que vuelvo a ver los cadáveres de mis padres y la mirada de aquella maníaca enamorada, a lo que de inmediato me vuelvo a poner la máscara y continuo caminando.
En el trayecto de mi viaje me tope con un cadáver, no un simple cuerpo abandonado, sino que era un esqueleto sucio y le faltaba en cráneo, ya estuvo aquí, mientas estaba revisando el cadáver me di cuenta que llevaba unas horas aquí, siento que estoy mas cerca de mi presa, el simple echo de eso me marco una sonrisa en mi cara por unos segundos.
De repente escucho algo por los árboles, no le di mucha importancia ya que sonaban a alas, tal vez de pájaros, así que seguí analizando el cadáver hasta escuchar pisadas detrás de mi, al escuchar eso saque mi pistola y apunte a la persona, parecía una chica vestida de blanco y cabello color rubio resplandeciente, la tome por un ángel y baje el arma y la guarde.
-Hola señorita, ¿acaso estas perdida?-, pregunte cortésmente.
-Los criminales siempre vuelven a la escena del crimen...-, dijo la chica dejando ver su rostro, una sonrisa maníaca dibujada en ella y unos ojos negros que me dejaron estupefacto, - Por lo que veo eres... ¡culpable!-
En ese momento se abalanzó hacia mi pero logre esquivarla y de inmediato saco una extraña espada, a la cual respondí sacando la mía, declarando el inicio de nuestra lucha, cada movimiento que hacia con la espada se lo devolvía y le respondía con una una patata o la esquivaba, pero se movía demasiado rápido y no se cansaba, y por un descuido termine golpeado en la espalda, dejándome expuesto a sus ataques.
-Seria mas fácil que te rindas y te prometo que tu muerte será muy dolorosa-, me dijo aquella ángel caído.
-Mejor asesina al verdadero culpable de este acto, yo no lo soy-, respondí poniéndome en guardia.
-¡Mientes, fuiste tu el que mato a aquella persona, tu eres el culpable!-
-Te juro que no fui yo, pequeña demonio-, tras decir eso ella abandono su espada y se lanzo para golpearme.
Trato de golpearme con todas sus fuerzas pero le devolvía rápidamente los golpes y lograba esquivarla, ates de darle un golpe que podría dejarla inconsciente, pero logra agarrar un trozo de tronco y me golpea echándome derribado y totalmente golpeado, por un momento pude escuchar por unos segundos la voz de mi mamá y papá.
-¿Una última palabra ates de tu fin?-, dijo el ángel.
Con mis últimas fuerzas me quito la máscara y hablo hacia el ángel.
-E~El culpable es una mujer, una que mato a mis pa~padres-
Vi por un momento a aquella chica cambiando la expresión de su cara a una de sorpresa y tristeza, en ese momento solo vi todo negro, sentía como mi cuerpo flotando en el agua, uniéndose mas y mas, pero luego termine despertando en una cabaña, mi no tenia mis armas, ni mis hombreras reforzadas, mis antebrazos y mi chaqueta, cuando volteo buscando mis cosas veo a la ángel a un lado de la cama, calmada y con mi máscara en sus manos.
-Me alegra que despiertes, pensé que ya ibas a morir-, lo dijo con una cara triste en su rostro y unas cuantas lagrimas.
Me explico que estuvo ayudándome durante horas para seguir con vida, se apiado cuando dije que mataron a mis padres, recordando a su pasado, así con ello me declaro inocente, estallando en lágrimas y abrazándome rogando el perdón, sin mas solo la consolaba y la abrazaba diciendo que la perdonaba.
Han pasado varios días desde que nos conocimos y somos ahora mejores amigos, la chica, llamada Judge, me ha saludado con mis heridas y le devuelto el favor matando algún que otro criminal por aquí, me han llamado "el fantasma vengador", la AM llamado "el ángel justiciero", pero nosotros nos llamamos, "El dúo de la muerte"
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The reveng of Red Eyess
HorrorA veces sientes como caes a la locura y lo único que paso fue que te empujaron. Todos alguna vez un día tan terrible que nos volvimos locos o nos daba tanto coraje que hacíamos cosas estúpidas. Enoch no fue la excepción...