Capítulo 4

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Yoongi lo besó y lo besó hasta que sus labios se entumecieron y no podía saber dónde terminaban sus pensamientos y dónde comenzaban los de Yoongi, si la chispa de calor bajando por su espalda era suya o de Yoongi. Supuso que no importaba.

Lo que importaba es que estaba aquí, besando a Yoongi, y que Yoongi lo quería de vuelta y que iban a ser algo.

(Algo estupendo, esperaba.)

Deberíamos ir a la cama, dijo Yoongi después de minutos u horas, con su pulgar acariciando el hueso de la mejilla de Jungkook, de ida y vuelta, en un roce relajante. Jungkook asintió y se paró con sus piernas temblando, con su estómago hecho un nudo de vértigo y miedo y un reflujo de deseo.

(Yoongi lo quería. Yoongi lo quería.)

Sintió como millas las tres escaleras hasta la habitación de Yoongi. Sus piernas aún no funcionaban bien, pero la mano de Yoongi se mantuvo cálida contra la suya y cuando se metieron bajo las mantas, Yoongi se acurrucó contra él. Cubrió su espalda con su pecho de una forma que hizo que Jungkook se sintiera pequeño, a salvo, a pesar de su diferencia de estatura.

Se preguntó cómo se vería esto en la mañana. Se preguntó si el miedo se iría o si simplemente era parte del amor. Se preguntó si Yoongi tenía miedo, también. Ya que la última persona que amó lo dañó tan, tan mal.

Como si pudiera escuchar los pensamientos de Jungkook, los labios de Yoongi de pronto besaron su hombro y los dedos esbeltos de Yoongi se movieron para entrelazarse con los suyos en el colchón. Duerme, Kook.

Jungkook escondió una sonrisa en la almohada, aunque estaba bastante seguro de que Yoongi podía verla, la forma en que arrugaba su nariz. ("Como un conejo tierno" había dicho Taehyung el otro día y Jungkook lo golpeó en la cabeza con un cojín.)

—Está bien —dijo, apretando la mano de Yoongi —está bien, hyung.

——

Seguía viéndose un poco aterrador en la mañana, cuando se despertó antes que Yoongi y simplemente se sentó en la cama, viendo el pecho de Yoongi subir y bajar y sentía su propia respiración. Aquí es dónde golpeaba el agua, pensó. Un océano a su alrededor.

Estaba inquieto, necesitaba hablarle a alguien, pero no quería que Yoongi pensara que huyó. No sabía nada de relaciones románticas, pero estaba bastante seguro de que eso era una cosa horrible para hacer. Así que buscó entre las cosas del escritorio de Yoongi por una hoja y escribió estoy abajo :) antes de pegarla en la lámpara que estaba frente a Yoongi para que la viera cuando despertara.

Entonces, bajó las escaleras solo con sus calcetines, esperando que tal vez hubiera té en la alacena y que a nadie le importara si sacaba un poco. Era temprano todavía y estaba gris afuera, las nubes pesadas con la promesa de lluvia, pero para su sorpresa, Jimin ya estaba sentado en la mesa de la cocina, en pijamas y su bata, con dos tazas humeantes delante de él.

—Oh —Jungkook se congeló cuando lo vio —Perdón, hyung. ¿Estoy...interrumpiendo algo?

Dios, esperaba que no. Sabía que Jimin y Taehyung estaban juntos, a pesar de que nunca hablaron de qué forma y era difícil encontrar privacidad en la casa, a pesar de lo grande que era. ¿Qué pasaba si era...una especie de ritual mañanero que estaba interrumpiendo?

—Relájate, Kook —dijo Jimin, con una sonrisa en su rostro —la segunda taza es para ti.

—¿Para...mí?

Jimin asintió y la acercó hacia él, haciéndole gestos para que Jungkook se sentara. —Sí, Tae, el desgraciado, me despertó hace veinte minutos y me dijo que necesitaba bajar y hacer dos tazas de té porque —hizo su voz más grave, en un intento cómico de imitar a Taehyung —alguien la necesitará. ¿Supongo que ese eres tú? Parece que la necesitas.

let the light in [ Yoonkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora