Yoongi estaba creando un agujero de tanto caminar en la tienda, desde la puerta hasta la caja registradora y de vuelta, una y otra vez. Jungkook quería acercarse y tomar su muñeca, detenerlo, pero la ansiedad construía una barrera alrededor de Yoongi, impidiendo que lo intentara.
Todos estaban ansiosos. Su impresión, sorpresa y la inseguridad crepitaba contra su piel como pequeños e invisibles rayos.
Corrió hasta la estación en Harlem, no pudo quedarse quieto en los veinte siete minutos de viaje y luego mandó un mensaje al grupo mientras tropezaba en los escalones de la estación en East Village, pidiéndoles que fueran cuanto antes a la tienda. Les tomó un tiempo poder reunirse todos desde los diferentes lugares de la ciudad, pero ahora estaban todos aquí, bajo la luz dorada de la puesta de sol a través de las cortinas cerradas.
Namjoon tomó un respiro profundo y lo dejó salir lentamente en la tensa quietud. —¿Estás seguro? —preguntó —¿Estás seguro de que era la magia de Yoongi la que sentiste?
—Sí —respondió Jungkook sin ninguna duda —La reconocería en todos lados.
Yoongi se detuvo en la puerta y le dio una sonrisa pálida a Jungkook.
—Mierda —dijo Hoseok desde el perchero en el mostrador, frotando una mano en su cara.
Yoongi hizo señales de algo demasiado rápido como para que Jungkook lo entendiera, pero pudo entender algo solo por la cara de determinación en Yoongi y la mirada de frustración que Namjoon le envió.
—Lo sé, pero tenemos que ser cuidadosos sobre esto. Si realmente es una tienda de magia negra...esa es mierda seria, hyung.
—¿Crees que no sabemos eso? —escupió Hoseok antes de que Yoongi pudiera responder —Pero esta es la voz de Yoongi. La hemos buscado durante tres años, Joonie. No podemos ignorarlo. Las tiendas de magia se mueven. Si perdemos esta oportunidad...
—Lo sé —respondió de vuelta Namjoon —lo sé. Pero no quiero que nadie salga herido. O muerto.
Taehyung, Jimin y Seokjin habían estado en silencio todo ese tiempo, quizás sintiendo que era una batalla para las tres personas más cercanas a la tragedia original, quienes estuvieron allí al comienzo de la guerra. Pero Jimin levantó su cabeza, viéndose imperturbable, como si estuviera frente al fantasma violento. —Lo sabemos, hyung. Todos estamos conscientes de los riesgos. Pero Hoseok tiene razón. No podemos ignorar esto.
Yoongi se giró para fruncirles el ceño. Dijo algo en lenguaje de señas de nuevo.
Taehyung sacudió su cabeza. —Sí lo haremos. Vas a necesitar todo el refuerzo que puedas tener, hyung. No vas a hacer esto solo.
—Somos familia —dijo Jin —así que definitivamente no estarás solo.
Los ojos de Yoongi se posaron en todos, con su ceño fruncido más fuerte, y luego aterrizó en Jungkook. Y no, Jungkook ya sabía que iba a decir, tú te quedas aquí Kook no te vas a meter en esta mierda y no.
—Iré, también —dijo con todo el valor que pudo reunir —Jin dijo que soy parte de esta familia, así que no pueden dejarme fuera de esto.
La expresión de Hoseok igualaba la de Yoongi —Pero Jungkook-ah, nunca te enfrentaste a la magia negra antes. Sería mejor si-
—No —lo interrumpió Jungkook, un poco sorprendido por su atrevimiento. Pero era Yoongi. Jungkook estaba bastante seguro en este punto, que enfrentaría lo que fuese por él, tiendas de magia negra incluidas. —Me quedaré atrás, pero iré —sus ojos encontrarlos los negros de Yoongi, sus hombros tensos —Iré, hyung.
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let the light in [ Yoonkook ]
FantasyHabía magia en el mundo, pero por años Jungkook evitó su don. (Era invasivo, no bienvenido, peligroso.) Ahora, estaba en Nueva York, luchando contra la soledad y un curso de la universidad que odiaba. Hasta que un día particularmente malo, bajó por...