-Ho... Hola Sam -dije con tono nervioso.
Levantaste la mirada, y agachaste la cabeza de nuevo.
-Tranquila... No te voy a hacer nada. No soy como los demás. Me duele verte así.
Y me senté a su lado.
-Ah... -me respondió no muy convencida.
-Sam, ¿estás bien?.
-No. No lo estoy -me dijo con voz entrecortada, mientras se le nublaba la vista-, estoy mal.
Empezó a llorar.
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Se llama Sam
Short StorySam, tan alegre, parece, tan sonriente, parece. Tan triste, es.