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Era un lunes absurdo como cualquier otro, en el cual un chico de unos 13 años de edad, estaba caminando hacia su secundaria. Este estaba en un lugar algo desolado, lo cual lo tranquilizaba un poco. Bajó la guardia, gran error.

-¡Miren, es Barry Allen!-. Gritó un chico, mientras empezaba a correr directamente hacia él, mientras otros mas aparecían detrás de él, convirtiéndolos en una manada de matones. Entonces, él salió corriendo todo lo que pudo hasta su escuela, deseando que tarde o temprano pueda alcanzar al autobús.

Al llegar a la escuela, pudo ver al mismo vehículo, detenido frente a la estrada, mientras varios alumnos bajaban de la maquinaria de cuatro ruedas. El chico se quedó viendo como los niños se dispersaban luego de salir, ni siquiera que tuvieron algo importante que hacer.

De un momento a otro, pudo ver a la mayor de las Danvers salir, junto a otra chica rubia con gafas junto a ella. En ese momento, sonó el timbre para que vayamos entrando al establecimiento, y ví que aquella niña se estremeció, cubriéndose los odios, viendo a cada persona que quedaba frente a su percepción, como si se tratara de un fantasma, estaba aterrada. Tal vez tenia autismo, o una de esas enfermedades que causaba malestar al exponente a un sonido sumamente alto. Es decir, la escuela ni se acercaría a tranquila.

Vio como Alex Danvers se alejaba de ella, así que seria bueno conocer a esa chica. La volvió a ver y estaba desorientada completamente, estaba a punto de llorar, así que salió corriendo hacia ella y tomó sus manos viéndola fijamente a los ojos, ojos azules como los que nunca había visto antes.

-Calma, estas a salvo, no te pasará nada-. Decía rápidamente, así que continué tratando de que me escuchara. -S-soy Barry-. Dijo entre tartamudeos, al notar que no le ayudaba en nada. Volvió a sonar el timbre y ella salió corriendo de ese lugar. Decidió seguirla, tenia un examen importante hoy, pero no le importó, sólo le importaba esa rubia perturbada que trataba de alcanzar. Para ser tan pequeña si que era rápida.

Seguía corriendo, usando toda la fuerza que tenía. Por lo general él era demasiado lento, pero algo le motivaba, era la adrenalina del momento, el temor de que algo le pasara a esa pobre chica y que él solo estuviera de pie viéndolo suceder, no lo haría, no otra vez. No dejará que más gente inocente sufra por ser indefensa.

Se fue deteniendo con algo de desanimo, al notar a otro chico junto a ella. Estaban hablando, así que, pensó que ella no lo necesitaba. Suspiró pesadamente y en silencio, y a paso lento y relajado, fue de regreso a la institución, preguntándose por qué no ir a averiguar sobre su malestar, pero algo dentro de él le dijo que no estorbara, y eso es lo que hizo, continuó caminando sin voltear a verla una segunda vez.

Las horas pasaban y no habían noticias de la chica, él se estaba impacientando un poco. "¿Y si le pasó algo?" se preguntaba. Esperando que no fuera el caso. Se levantó de su asiento en la clase de ciencias, una vez terminada, y se fue. Estaba caminando en silencio, mientras mantenía sus manos dentro del bolsillo medio de su abrigo, era gracioso ver como los egocéntricos en la multitud creías que rebajar a otros era la solución a sus problemas de autocontrola y vida personal, ojala ese tipo de personas desaparecieran. No pasó mucho para poder escuchar murmullos y cotilleos de parte de varios grupos de los engreídos que se creen el gobierno de esta escuela.

-¿Se enteraron? La nueva salió corriendo como una estúpida, y la tuvieron que ir a buscar. Que desperdicio de tiempo. Yo ni en sueños desperdiciaría mi valioso tiempo en una pobre estúpida como esa-. Escuchó decir a una chica, mientras sus amigas reían a carcajadas.

-Dicen que es adoptada-. Dijo otra niña de otro grupo más alejado.

-Que asco, tener a una extraña en tu casa-. Continuó la contraria a la niña anterior.

-Escuché que fueron los Danvers quienes la trajeron-. Continuó la terceras niña de grupo, haciendo que apretara la mandíbula soltando gruñidos sordos, alejándose de todos ellos.

"Pobrecita, espero que no hpaya escuchado nada de eso, no quisiera verla perturbada, más de lo que ya está". Lamentablemente, tampoco hubo suerte para él, los mismos ingratos de hace unas horas volvieron por él, y empezaron a criticarlo. Que imbéciles, ojala alguien les de una lección, porque Barry no pudo hacerlo, lo volvieron a lastimar, y así, preocupó nuevamente a su nueva familia.

Podía sentir el alcohol haciendo efecto en sus herida, golpes y raspones, haciéndolo sentir un ardor constante en varias partes de su cuerpo. De a poco, se fue calmando todo, solo fueron varias venditas adhesivas depositadas nuevamente en su cuerpo, en distintos sectores. Así seria, así era para él a diario.

En un momento de aburrimiento, tomó su celular y se quedó viéndolo recostado en su cama. Era Felicity Smoke, amiga suya, así que se quedó pensando un tiempo sobre si aceptar la reunión en la playa o no, él sabia que el resto de los chicos de la clase irían ahí también. No quería mas problemas, pero si Alex estaba ahí, tal vez la rubia igual. Seria una buena manera de ir y romper el hielo.

Ya era hora de irse, normalmente Joe y Iris le dirían que no fuera, pero él estuvo muy deprimido desde que se mudó a aquella casa, incluso, tenia que ir al terapeuta mas de una vez a la semana, era tedioso y triste con solo pensarlo. Por su bien psicológico y social, se lo permitirían.

Ya se encontraba con Felicity de camino a la playa, no era tiempo para nadar, pero si para pasarla bien y divertirse. Nuevamente vio a Alex junto a un chico, estaban platicando, pero se detuvieron a la ver a la rubia que observaba el cielo. Alex se acercó a ella con un gesto confuso y despectivo en su semblante, ella le dijo algo que no se oyó y luego ella se quedó frenética con la visión pérdida. Entonces, ella salió disparada nuevamente, como en la mañana de aquel día. Obviamente, esta vez, si la seguí, mientras Alex la llamaba varias veces en cano, un nombre que no pudo oír ya que ese chico, loco y preocupado, no le hizo caso.

Ante la desesperación y la euforia que sentía en aquel momento, logró ver como esa niña, de aspecto algo débil, cargaba rápidamente a un bebé entre sus brazos y se la entregaba a su madre, esta le agradeció y se fue. En ese momento, su hermana adoptiva llegó, y el auto explotó, haciendo que ella quedara noqueada y herida, pero al menos él se alejó lo suficiente para salir ileso. Todo pasó tan rápido que todos tuvieron que irse a casa ante la conmoción, incluyendo a Barry.

El chico estaba recostado en su cama, viendo al techo, preguntándose muchas cosas. Esas cosas que le hacían pensar como llegar al interior de Iris, y como pudieron ver pasado todas esas cosas en ese día. Algo en esa pobre chica atormentada le hacia estremecer, ¿Quien sabe? Tal vez haya sido el ataque de adrenalina puro que tuvo ese día. Su corazón tan noble para realizar ese rescate sin ayuda, esa valentía, su cabello rubio dorado o sus ojos azul cielo. Algo en ella... Era especial, y si él presenció lo imposible hace dos años, quería averiguar si lo imposible también podría ser parte de lo bueno, porque esa chica era un verdadero ángel caído del cielo. Barry no negaría su belleza, a pesar de que esté enamorado de Iris, pero esa niña irradiaba tanta esperanza... La que parecía que ella no vivía. La conocería, seria su amigo, seria quien la alegrara en este mundo tan gris. Ese fue su último pensamiento, mientras se quedaba dormido con una leve sonrisa.

Siiiii!! Otra nueva historia! Una que de hecho me emociona mucho hacer, espero que les guste ;) nunca hice una historia de este tipo, no basándome en una canción, pero me encanto la idea y creo que lo haré más seguido :3 es mi primera vez haciéndolo así que espero que les guste.

Love Like Woe [SuperFlash/ZorAllen/Karry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora