Love Like Woe [SuperFlash/ZorAllen/Karry]

2

Barry POV

Era mi oportunidad, era el momento de acercarme a esa rubia. Estaba yendo con mis amigos de camino a la secundaria Midvale, ya que por mi culpa ninguno alcanzó el autobús.

-¿Entonces ella fue la del rescate?-. Preguntó curiosamente la chica rubia junto a mi.

-Si, la seguí y ella salvó a esa mujer y a su bebé. Fue asombroso-. Respondí con una sonrisa notoria en mi rostro.

-Eso explica por que no respondías a mi llamado- comentó entre risas, Felicity.

Una vez llegamos, Oliver, el chico distraído con su teléfono, guardó su aparato. -¿Cuando nos vas a presentar a tu novia, Barry?-. Preguntó, a punto de reírse a carcajadas, a lo cual yo fruncií el ceño.

-No es mi novia, Oliver. Y por favor no la perturbes, ya tengo suficiente con las quejas de Iris cada vez que pisas mi casa-. Concluí, y entré con ambos al edificio. -¿Qué pudiste averiguar?-. Le pregunté a mi amiga.

-Su nombre es Kara Danvers, tiene 13 años y... No se que más decirte, no encontré registros ni nada parecido, además de que hablamos de una chica bastante extraña-. Concluyó, y yo bufé.

-Ella no es extraña, es especial-. Contesté. Con el rabillo del ojo pude percibir a aquella niña, sola en los casilleros cubierta por la multitud. Sonreí ante la situación y me acerqué con rapidez, haciendo que se sobresaltara.

-M-me asustarste..-. Dijo y sonrió nerviosa. Esos anteojos la hacían verse adorable a mi parecer.

-N-no hay problema...-. Caray, estoy demasiado nervioso. -M-mi nombre es Bartholomew Henry Allen, pero me dicen Barry. Tu eres Kara, ¿Verdad? Te ves linda con esos lentes...-. Dejé escapar esto ultimo y me tapé la boca, demasiado avergonzado, incluso mi rostro lo demostraba, haciendo que ella riera un poco. Increíble, su risa también es contagiosa, lo se porque también empecé a reír un poco.

-Gracias... Barry. Ayer pasó algo y me diagnosticaron... miopía-. Terminó, haciendo que yo la viera acomodárselos sobre su nariz. Empezamos a caminar lentamente por el pasillo mientras sentía las miradas del atadoras de mis amigos, ¿Quien lo diría? Le dices hola a alguien y ya te toman de objetivo.

-Es linda esta ciudad-. Dijo ella. Durante todo el rato que estuve con ella, siempre miraba bajo, supongo que es tímida. Yo también me sentía así los primeros días que viví con los West.

-Ví lo que hiciste ayer-. Dije de repente, haciendo que sin querer perdiera el equilibrio, por suerte, la recuperó a tiempo, antes de caer. -¿Estas bien?-.

-S-si.... Gracias, fue... Suerte, supongo...-. Su voz dulce y nerviosa era algo que me encantaba oír en esos pocos minutos, era como escuchar a un ángel, lo cual me ha dado bastante que pensar, no era tan expresivo, era mas introvertido, ¿Qué me estaba pasando?

-N-no creo que haya sido suerte...-. Dije de la nada, sobresaltándola aun mas. Demonios, no quiero ser incomodo... -Digo, eres asombrosa, solo alguien especial podría hacer ese tipo de cosas...-. Dije, haciendo que ella se pusiera nerviosa a tope, lo noté por sus piernas inquietas, así que empezó a correr al salón, dejándome sólo. Tuve que ir a mi clase de Historia, así que la perdí de vista por las próximas dos horas.

Dos horas después.

Sonó el timbre nuvemente, indicando el inicio de los 15 minutos de receso. Salí de mi salón y me dirigí al patio a tomar un respiro. Me senté en una esquina, mientras veía algunos mensajes de parte de Joe, que me preguntaba su todo estaba en orden en cuanto a Kara, si había algo que requiriera de la intervención policial o algo si. Obviamente no haría nada que expusiera a Kara, ya es normal que este así por ser recién adoptada, no quiero ni imaginar su es interrogada seriamente por la ley.