<<CAPÍTULO ÚNICO>>

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Era de noche y los chicos decidieron quedar en "casa de Alexander" para tomar unas cervezas y tratar con temas no tan serios. Mulligan se encontraba medio ebrio pero para los demás ya era algo normal."Bueno caballeros, ¡ja! Vamos a disfrutar esta noche"."Dí que sí" respondió Laurens a Alexander quien levantaba su vaso arriba con entusiasmo. Se oían risas, algo que Mulligan empezó a no gustarle ya que empezaba a dolerle la cabeza y sentía una pequeña palpitación del ruido, por lo que Lafayette decidió proponer bajar el volumen por su mejor amigo quien estaba acostado de brazos cruzados en la mesa.
De repente la puerta se oyó por unos leves golpes en forma de ritmo o melodía. Todos ya sabían que eras tú, Alexander corrió y giró el pomo para ver tu expresión de tristeza marcado en el rostro."Me parece que alguien fue considerada como una amiga" dijo Laurens riéndose un poco hasta que paró ya que tu estabas dirigiéndole una mirada mala y triste sin buscar chistes ni bromas."ni siquiera eso" dijiste dirigiéndote hacía ellos."me rechazó completamente, no somos amigos, tan solo soy un estorbo para él..." dijiste frunciendo el ceño sentándote en una silla con los chicos quien se miraban con preocupación a tu situación."Entonces...¿qué más te dijo ese idiota?"."Palabras muy ofensivas y dolorosas que desearía no retomar, ahora ha cogido un barco, ojalá le caiga una tormenta en el camino por malo que es"."ya veo" añadió Alexander dirigiéndose a ti con las manos en la cintura. Te recostaste en tus brazos encima de la mesa al igual que Mulligan y cerraste los ojos con una melancolía y tristeza interna. Lafayette quiso responder a la acción con un tono suave."Oye, mejor...acuéstate en el sofá, te vendría bien descansar"."Sería perfecto...supongo, si me lo permiten estaré soltando mis lágrimas a la almohada, buenas noches" dijiste con una voz quebrada mientras cogías tu vestido y te dirigías al sofá acostándote y abrazando la almohada y enterrando tu cara derramando lágrimas mientras respirabas fuerte chocando el aire en los huecos de tu nariz.
Los chicos no tenían nada que declarar, ni un chiste, ni una broma...empezaban a preocuparse por ti.

Lafayette se levantó y se dirigió a la cocina junto con Alexander para preparar un té para ti, supusieron que eso al menos te tranquilizaría de tu gran tristeza.
Mientras, Laurens terminó su cerveza, volteó la cara sentado para echarte un vistazo y dio un suspiro. Se levantó dirigiéndose a la sala donde se encontraba ella y de un cajón de la estantería, cogió una manta y te la puso encima. No le dirigiste aún la palabra, ya que seguías encerrada en tu bucle triste. Laurens se sentó en el hueco sobrante que había en el sofá y te empezaba a sobar el codo y de ahí, el brazo."¿Estás despierta?" No respondiste a su pregunta ya que no tenias ganas de responder y seguir llorando pero esta vez en silencio. Lafayette vino con una taza de té encima de un platillo y te miró con una expresión triste y confusa."¿Está dormida?"."Me parece que sí, no me ha respondido a mi pregunta anterior." Alexander miró a Lafayette y este dejó la taza en la mesa y cogió una silla y la puso al lado de donde estabas acostada. Alexander se quedó de pie por detrás del respaldo del sofá mirándote triste también. Mulligan se puso de pie manteniendo en posición su mente y frotándose la frente mientras soltaba algunos quejidos. Fue ahí que observó a los chicos mirándote."Al final la vais a despertar"."Esta dormida Mulligan, no creo que se de cuenta de que la estamos mirando" dijo el caribeño volviendo a mirarte pero esta vez con una sonrisa cálida. Lafayette se aclaró la garganta."¿Por qué tengo esos impulsos de matar al idiota que le rompió el corazón?"."Me parece que no tiene la mente colocada como para apreciar a esta mujer tan dulce y amable..."."Pobre" dijo Laurens fijando su mirada aún en ti acariciándote el pelo suavemente."¿Sabes? Si yo hubiese sido ese hombre, la hubiera aceptado, ella no merece estar sola y melancólica, yo le daría la felicidad" dijo Lafayette sonriendo cálido. Alexander se molestó un poco con la respuesta, así que añadió más palabras. "Bueno, si hubiese sido yo, la hubiera llevado de paseo y hablaríamos de lo que nos incomodara y después haríamos un picnic y le daría tranquilidad"."Yo le daría esperanzas" añadió Laurens mirando molesto a los chicos."¿Y tú Mulligan?¿Qué le darías?"."Lo que ella quisiera realmente, no puedo forzarla a algo sin saber realmente si lo quiere hacer o no"."Creo que tu respuesta es razonable" dijo Alexander volviendo a mirarte. Te retorciste un poco para acomodarte y quitaste al menos tu rostro de la almohada, estabas acostada de lado, los chicos seguían mirándote."Ella es...hermosa"."Ya lo creo, ella es un ángel"."Ella no es una femme cualquiera" dijo Lafayette en un suspiro."¿Tu crees que ella-?" La voz del caribeño fue interrumpida por unos leves golpes en la puerta. Cuando se dirigió hacia la puerta, se encontró a su mejor amigo, Aaron Burr, cosa que extrañó a Alexander. Aún con la mano sosteniendo la puerta mirando al señor, empezó a preguntar."Burr, señor ¿qué haces aquí?"."Pensé en tus palabras del mediodía y quiero pedirte disculpas por mi comportamiento serio, he venido para estar con vosotros, por lo menos para hablar y tomar alguna cerveza"."Ya veo...tranquilo, ¡pasa! Te perdono Burr." Al finalizar esto, este se apartó dejando pasar a Burr y cerrando la puerta."Digamos que ahora mismo no estamos muy contentos"."¿por qué motivo?"."¿Te acuerdas de ella?" Burr te miró con cierta mirada y empezó su respuesta."Sí, es esa mujer de la cual os acompañó hoy, ¿cierto? ¿Qué le ocurre? ¿Está enferma?"."No, está melancólica"."adivino, de amor, ¿verdad?"."Sí, según lo que dijo ella, el hombre le rompió el corazón, la consideró un estorbo y se largó a otro sitio." Alexander se sentó en la silla al lado de Mulligan quien estaba de pie y Burr, te volvió a mirar con cierta pena. Los chicos tuvieron un silencio sin risas ni nada que declarar, siempre hacían bromas y cualquier cosa en común, pero en estos temas, se les tomaba con mucho respeto. Aunque los demás pensaban que no escuchabas, tú en realidad los oías, con los ojos cerrados y manteniendo tu posición. Nadie notó tu sonrojo, esto debido a que sabías que los chicos te miraban con una expresión de pena y admiración al mismo tiempo.

Hamilsquad x fem.reader (Hamilton)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora