17-4-14 // noche

71 0 0
                                    

Estabamos en la puerta de mi casa, él me había acompañado.

-bueno... Adiós.- Le dije yo nerviosa ya que estabamos muy cerca mirandonos a los ojos, a mi me encantanba quedarme mirandonos sin decir nada pero empezaba a sentirme incomoda.

Jesús tiene unos ojos preciosos, él es perfecto, lo amo y aunque me ha costado comprenderlo ahora se que sí.

Él no respondió y estubimos unos segundos más mirandonos, nos acercamos poco a poco hasta que juntamos nuestos labios, fue precioso, duró unos 30 segundos, unos 30 segundos preciosos, despues separamos lentamente nuestros labios y nos dimos un abrazo, como yo soy más baja le llego hasta su pecho y oía su corazón, fue muy bonito.

Toque al timbre, no había nadie por lo que saque las llaves, nada mas llegar conecte los altavoces a el móvil, puse la música a todo volumen y me puse a bailar como una loca, había pasado una tarde muy movidita pero me lo había pasado genial y sobre todo el final, ¡estaba con Jesús! No me lo podia creer, despues de todo lo que había pasado...

-Oye, ¿Y Antonio? Me fuí sin decir nada...- pensé cojiendo el móvil para ver si me había puesto algo, y, efectivamente me había hablado.

Antoniio(:
- Creo que todo me está quedando mucho más claro, está tarde vi el momento perfecto para decirte que te quería, muchas veces e pensado que tú también me querías, y, como siempre me defraudas, pero está vez te has pasado, que me usas como tú marioneta, sólo para contarme tus problemas y yo, como siempre, tengo que hacer todo lo posible para hacerte feliz sólo para verte sonreír y saber que esa preciosa sonrisa es gracias a mi, pero por lo visto eso sólo lo pienso yo, soy un estúpido por creer que podrías quererme. Que estoy aquí,  escribiendo está tontería que posiblemente ni leeras pero ya da igual. Adiós.

Yo me quede impactada, no sabia que responder por lo que decidí llamarle mañana.

Diario de una gemelierDonde viven las historias. Descúbrelo ahora