HELLO, MY NAME IS TAEHYUNG ↬kooktaeღ

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nota: Yeji y Hyunjin tienen 16 años, sip.

–¡Papá Tae! –grita a todo pulmón Hyunjin desde la planta baja de la casa, nadie contesta y frunce su ceño confundido –Papá si no bajas en estos momentos puede que muera de hambre.

No hay respuesta.

–¿Tan rápido quiere que me muera? –se pregunta a sí mismo mientras que niega con la cabeza, está a punto de subir los escalones, pero la figura alta del castaño se hace visible.

–Lo siento, me quedé dormido –le sonríe y baja trotando las escaleras –Hoy no podré hacer galletas, es tarde –entra a la cocina –¿Te parece si desayunas cereal? –toma la caja de cereal y la deja en la barra.

–Delicioso –dice con un toque de sarcasmo, ambos ríen –Papá, Yuna vendrá a cenar hoy con nosotros.

–¿Yuna? ¿Tu novia, no? –pregunta con una sonrisa mientras que coloca el cereal y el lácteo en el tazón. Lo deja frente a Hyunjin y gira sobre sus talones para comenzar a hacer un jugo de naranja para su esposo. Hyunjin le mira con una ceja enarcada –Será una gran oportunidad para conocerla y ver qué clase de mujer tiene mi hijo.

–Papá... pero tú ya conoces a Yuna.

Taehyung borra la sonrisa de su rostro y gira hacia Hyunjin.

–Vino en navidad, también al cumpleaños de Yeji, al de papá y al tuyo. Es mi novia desde hace dos años –da una cucharada a su cereal y vuelve a hablar con la boca llena –Estás muy extraño estos días, pa.

Taehyung palidece, talla sus ojos y suelta un suspiro cuando ve a su esposo con su traje puesto, entrar por la puerta.

–Tae está muy cansado, Hyunjin –se adelanta el pelinegro mientras que se sienta –Termina de comer esto en la sala, déjame hablar con él –el pequeño Jeon-Kim camina a la sala con su plato de cereal, dejando a ambos esposos solos –Tae, ya hablamos de esto, no te sientas mal.

–¿Qué me sucede, Jungkook? –pregunta, recarga sus codos y oculta su rostro con sus manos, estas tiemblan –Olvidé a la novia de mi hijo, la persona que le está dando amor, yo... La olvidé por unos segundos –suelta un suspiro, descubre su rostro y mira fijamente al pelinegro. Esta vez Jungkook no puede darle una excusa –Algo no está bien en mi.

–Tae... –lo llama, el castaño niega con la cabeza y sale de la cocina, rumbo a su habitación.

Jungkook mira su "desayuno" que reposa en la barra de la cocina con un poco de preocupación.

–No me gusta el jugo de naranja –dice cuando ve el jugo que estaba preparando Taehyung para él.

Nuevamente, lo había olvidado.