Haciendo El Amor Con Él.

Así Empezó Todo.

Él y yo llevábamos solamente dos días de novios cuando decidimos tener nuestro primer encuentro sexual.
Fisicamente no es el hombre que atraiga a todas las mujeres, es bajito, mide aproximadamente 1.60 metros, ni flaco pero tampoco gordo, podríamos decir que solo se le ve la pancita, un hombre súper velludo del cuerpo, barbudo, con unos ojos y una mirada encantadora.

La primera vez que nos vimos fue cuando nos hicimos novios, la mayoría del tiempo estuvimos en una pizzería, nos besamos y nos tocamos.
Sus besos fueron tan deliciosos, me besaba con pasión, sentía como sus labios se rozaban con los míos, cómo su lengua exploraba cada centímetro de mi boca, cómo succionabamos el labio del otro, me encantaba tocar el exterior de sus labios con la punta de mi lengua, mientras él cerraba los ojos y sus manos traviesas se situaban en mi cintura o en mi trasero.
De vez en cuando metía sus grandes y velludas manos debajo de mis calzones para tocar mis nalgas, las acariciaba en movimientos circulares y algunas veces me daba nalgadas. Eso me gustaba muchísimo.
En conversaciones anteriores, le había comentado que me gustaban los besos en el cuello, en cuanto tuvo la oportunidad lo hizo, besó delicadamente el lado derecho de mi cuello, justo debajo de la oreja, me encantó tanto que lo hiciera, que creo que hasta mojé mis bragas. Sentí cómo sus labios tocaban la piel sensible de mi cuello, cómo su lengua húmeda daba un recorrido y al final del camino, succionaba, pero suave, tan suave que no dejaba señas.

Yo también aproveché, él tiene la piel clara y su cuello por alguna razón me atraía mucho, a parte de sentir la suavidad de esa parte de su cuerpo, su loción olía riquísimo.
Empecé acercando mi boca a su oreja, para que sintiera súper cerca mi respiración, poco a poco me fui acercando cada vez más, hasta besar suavemente el lóbulo de su oreja, se estremeció, pude notarlo, poco a poco fui bajando con mis labios, hasta besar incontrolablemente su cuello y devorarlo con mi lengua, las ganas me ganaban, soltó un pequeño gemido que me hizo saber que le había encantando, pasé mi lengua, succioné y besé con pasión.
Ese cuello, me había encantado.

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Cuéntenme qué les está pareciendo, si quieren que sea más expresiva o algo así, cualquier crítica constructiva es bienvenida.
No sean tímidos, los leo.