Dulce Castigo

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- Aghh... Q..nghhh

- Parece que perdiste el habla bebe...

Ahhh me había vuelto un esclavo de su placer, el lame y besa mis rojizos pezones, los había maltratado lo suficiente para dejarlos así, su dedo dentro de mi culo girando de aquella manera me obligaba a temblar... Sin duda estaba perdiendo esta batalla de voluntades... Ahora lo recuerdo... Este es otro mundo... ¿En este mundo somos pareja? De nuevo muerde mi pezon, arqueo mi espalda preso de la ardiente sensación que se funde con el placer de sus juegos.

- Ja... Jadeh... Mmm

- ¿Que? Si no me lo dices claramente no sabré lo que quieres...

- Nghh y...yo... Ssss solo... Ahhh

Y su dedo de nuevo rueda en el interior de mi trasero, iba a correrme... Y todo por mi culo... Pero antes de hacerlo el menor se detiene, se acomoda entre mis piernas, impacta sus labios sobre los propios e inicia un rudo beso al mismo tiempo que frota su dura polla de manera desesperante...

- ¿Quieres mi verga? Solo dilo...

- Yo... Quiero que..me cojas...

- No escuche, repitelo...

- Por favor... Dame..lo... Todo lo quiero...

Por fin de una estocada ingresa, se me escapa un grito repleto de placer al mismo tiempo que da una mordida en mi cuello, el no detiene su arremetida y continúa empalando su dura carne, entierro las uñas en su espalda, pareciera que le gusta eso, el solo incrementa su arremetida, la cama rechina al compás de nuestras humedades impactan la una contra la otra ¿Pero que estoy pensando? ¿A mi me gustaba esto?... Muevo mi cadera a su encuentro en mi desesperación, creo que me encanta... El menor gruñe en mi oreja, ya no podía más, estaba más allá del bien y del mal, estalló en una explosión orgasmica intensa que me envía de nuevo al mismo Valhallal... Me aferro a su ancha espalda sintiendo como su chorro caliente me llena tras seguirme... Le robo un beso que el corresponde, beso que intensifica para casi ahogarme mientras juega con mi lengua usando la suya para probar toda mi boca...

- No tienes remedio Iver... Pero debemos irnos.

- ¿Que..quieres decir?

- Otra ves me estas provocando y me la quieres poner dura.

- ¿Eh? ¿Yo que?

- Te perdono por ser una belleza con ese tremendo culo. - El me nalgea y abandona para levantarse y dirigirse a la ducha, suspiro en la cama sintiéndome abatido y abandonado... Sus fluidos gotean desde mi interior, me sonrojo por cada sensación, incluso como si mi interior se hubiera amoldado para el, regresa y me levanta en sus brazos, me aferro a sus fuertes brazos sorprendido de su fuerza...

- Hey tu ¿P...Pero que haces?

- Pues vamos a tomar una ducha... Oh jojojo ¿Es que quieres ir oliendo a sexo y mi semen al trabajo? Que lindo...

- Y... Yo no dije eso...

- Ya me emocionaba... Esta bien, ducha entonces. - El se interna en la gran bañera acomodandome en su regazo, usando la esponja frota mi piel con suavidad, luego el champo, hago lo mismo con el, lo cual parece que lo sorprende.

- Estas raro... Nunca has sido tan amable conmigo...

- ¿Eh? ¿Yo?

- Si tu... Me dan ganas de besarte de nuevo. - Me apresa contra la tina y me roba un beso a la vez que sus dedos se dirigen a mis nalgas, el me manosea a su antojo y no puedo evitar temblar.

- Estas más lindo de lo usual... ¿Pretendes que me enamore de ti? - Totalmente avergonzado lo empujó y salto de la tina, usando una toalla me seco el cabello y la enredo en mi cintura para salir, frente al closet busco que vestir pero antes de poder seguir sus dedos me alcanzan y recorren el pecho hasta mis flagelados pezones.

- Aghh détente...

- Lo haré, tengo que hacerlo pero no he olvidado tu castigo.

- ¿Mi castigo?

- Ummm usaremos esto... - Levanta una pelotita ovalada guardada en el interior del armario ¿Que hace eso ahí?

- Inclínate, vamos. - Lo miro como si estuviera loco.

- Te gustará, lo prometo. - No se por qué le hago caso pero obedezco y me inclino sonrojandome en el proceso, lo veo por sobre el hombro, su mirada oscura obliga a mi corazón acelerarse, el lame aquella pelota para humedecerla hasta dejarla toda brillante, lentamente la rueda en la entrada de mi humedad, me aferro a las puertas del closet temblando en mi creciente deseo, suavemente la ingresa hasta que deja por fuera la punta circular, paso saliva que demonios era eso, me nalgea y suelta una risa relegando al mismo tiempo besos por mi espalda, su falo de nuevo endurece y lo frota en medio de mis nalgas.

- Que triste y solo estaré sin ti en la universidad... Lo bueno es que tengo esto... - Me muestra la pantalla de su celular... El presiona sobre un corazón en la pantalla y el juguete en mi interior se activa, me arqueo y empuño las manos en mi sorpresa.

- ¿Que? No no, sacalo.

- ¿Seguro quieres eso? Por que lo presionare cada vez que piense en ti. - El calor de mis mejillas se expande hasta mis hombros...

- Esta bien... Solo por hoy...

No se desvanece. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora