"- Tranquilo James, solo no te enojes con migo, no me gusta- Dije mientras lo abrazaba- Oye- Lo llame y nos separamos del abrazo- ¿Por que te enojaste?- Dije con mi inocente voz de niña buena.
- Uhmm, ¿yo? Yo no me enoje Darcy, ¿Que cosas dices?- Me dijo, ¿nervioso...?
- Como digas...- No muy convencida conteste.
Así paso la tarde, entre risas y juegos en la casa Horan.
- Darcy, dice tu papá que vuelvas a casa, que ya es tarde y debes de darte un baño- Me dijo tío Niall. Yo solo asentí.
- Adiós James, adiós tío Niall, adiós tía Emma! - Dije mientras me dirigía a la puerta.
- Adiós Darcy - Contestaron los tres.
Salí de la casa Horan, y caminé hacia la mía. Entré y papá Lou me esperaba ahí.
- Darcy, amor, iremos a la casa Payne a cenar, debes irte a cambiar.
- Si papi.
Dicho y hecho. Me dirigí a mi habitación, papá encendió la ducha y me bañé.
Salí, me cambié y nos dirigimos a la casa de tío Liam.
Cuando ya estábamos ahi, bajamos del auto, y tocamos la puerta.
- Tío Liam!- Grité y lo abrace.
- Darcy, pequeña!- Me dijo mientras me cargaba.
La cena fue genial. Amo la familia a la que pertenezco. Esa familia, la cual no te juzga. A ellos, no les importa que mis papas sean dos hombres. Pues, ellos los aceptaban. Y eso me hace feliz. Se que tío Liam, tío Zayn, tío Niall, papá Lou y papá Haz antes eran una banda, y que aunque ya no lo sean, se que adoran cantar juntos, o componer canciones. Zayn me contó que para que papá Haz se casara con papá Lou, él le canto una canción que compuso con mis otros tres tios. Obviamente papá Haz aceptó, aun que aún no se casan. Dicen que querían esperarme así yo estaba presente. A veces, la gente juzga a mis papas por ser hombres, y estar juntos. Odio que hagan eso. Mis papas son felices juntos, y creo que eso es lo importante. No los cambiaría por nada. Por que, después de todo son MI FAMILIA. Y los amo."
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" Pequeña Darcy " || Larry Stylinson
Fanfic❝ La niña esperaba ansiosa que su abuelo llegara, ya lista con su merienda en la mesa. Como todos los días Valen admiraba a su abuelo mientras él le contaba el cuento. Siempre era uno diferente al del día anterior. Pero esta vez, el abuelo se sentó...