Me siento encadenada, en medio de la nada
mi mirada nublada, en medio de la oscuridad
Mi respiración es cada vez más lenta, al igual que mis latidos, mis manos temblorosas y mi cuerpo frío anhela sentir el calor del sol
de aquel viento clandestino que recorría mi cara como la inocente voz de una niña que ríe sin parar en un mar lleno de rosas encantadaanhelo el ver las estrellas y sentir los tibios labios de la luna que iluminaban mi sendero como Ángeles sin bruma
Y es que esta vida pesa con cada respiro que doy
con cada paso incierto en el que caminoen este sendero sombrío de lobos vestidos de corderos con ansias de sangre y de veneno
