Porque ya deberías saber que te amo. Rubén Doblas y tú (y algún YouTuber más)

I

El chico de la ventana
Capítulo I

Jueves 3 de diciembre.
9:00 am. Apartamento de ___ García.

He estado últimamente muy distraída pensando en qué hacer. A mis 23 años sigo sin tener nada claro en mi vida. No estudio, pero trabajo en una pequeña cafetería al lado de una academia de bellas artes, donde veo a chicos y chicas entrar y salir constantemente, algunos felices, otros despistados... El caso, es que en el fondo les tengo algo de envidia. Nunca pude estudiar, ya que mis padres me echaron de casa por querer dedicarme al mundo del arte. No soy la mejor dibujante, ni pintora, ni mucho menos artista, pero me gustaría haber podido dedicarme a ello.

Quitando todo este rollo triste, os diré como soy: chica de estatura normal, cabello liso, negro y corto. Muy corto... Utilizo gafas la mayor parte del tiempo, ya que de cerca no veo una mierda. Mi cuerpo es normal, ni gorda ni flaca. No me gusta hacer deporte y llevo una vida bastante sedentaria, quitando los jueves de mañana en la cafetería... Gracias a las putas reuniones no tengo tiempo ni para ir al baño sin que un empresario viejo y asqueroso me pida un café mirándome las tetas... En fin, mi vida es así. Simple, sin novedades, para algunos aburrida, pero para mi no tanto. De hecho, ahora tengo que irme a trabajar, gracias a dios hoy entro a las 10, por lo que tengo tiempo de sobra.  Siempre tengo a mano un paquete de tabaco, que aunque sé que es malo fumar, no lo puedo evitar

. ¿Amigos? Desde que me mudé a esta ciudad no he tenido más compañera que la soledad y. mis hermanos. Nunca he sido chica de muchos amigos y los que tenía, resultaron no serlo. Así que prefiero estar sola o con mis dos hermanos. Son ambos mayores que yo, pero el día que descubrieron que me echaban de casa, decidieron venir conmigo. Estuvimos varios meses viviendo de mala manera en un pisucho a las afueras de Barcelona. Pero decidimos mudarnos a Madrid a buscar los tres una mejor vida. Ahora no vivimos los tres juntos. Daniel, mi hermano mayor, vive a unas 9 manzanas de Charles y de mí. Ambos vivimos en el mismo edificio, pero no en el mismo piso, obviamente. No podríamos estar sin Daniel porque nos pelearíamos por quien usaría el baño primero, por ejemplo (xd). Ya es hora de irme a trabajar, definitivamente... Cojo mi mochila con tabaco, las llaves de casa, teléfono y dinero. Voy vestida informal, unos leggins negros, una camiseta floja que pone "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad" y unos playeros vans negros, los cuales llevan más años conmigo que yo misma...

9:45 am. Cafetería "Only coffe"

Ya llegué a mi trabajo. Aún no hay mucha gente y es temprano para que empiece mi turno, así que decido sentarme en una de las sillas que hay fuera a echarme un cigarro mientras miro Instagram. Algún que otro meme de "Dorime", chicas buenísimas que me hacen sentir mal por no ir al gimnasio y mierdas que sube Daniel a las historias gritándole a la gente cosas ramdom. Nada nuevo.

Me fijo en que en el reflejo de la pantalla hay un chico mirándome a través de la ventana que está detrás mío. Me iba a dar la vuelta cuando Emma, mi compañera de trabajo, me ofrece tomar un café mientras que empieza mi horario. Le digo que sí y va a preparármelo. Decido girarme para ver quién era ese chico de mirada intensa y persistente, pero ya no había nadie detrás de mí. Me toca alguien por la espalda y era mi compañera, con el café.

- Te veo muy distraída, ___. ¿Qué ocurre? ¿Estás bien? - Preguntó alto preocupada.

- Sí, estoy bien. Sólo dime, ¿quién estaba sentado en esta mesa de detrás?

- Había un chico alto, de pelo castaño claro y otro chico más bajo que él de pelo negro y gafas, ¿por qué?

- Me dio la extraña sensación que uno de ellos, creo que el alto, me estaba mirando, pero tampoco quiero darle importancia. Yo soy la primera que me quedo mirando a la nada y si hay alguien delante, igual.