-¿Sales sí o no?- Repitió la vos masculina. No podía creer el hecho de tenerlo frente a mis ojos luego de tanto tiempo lejos, este reencuentro tan inesperado, raro pero fantástico a la vez, ni en un millón de años me imaginaria que nuestro camino se iba a volver a cruzar luego de mi abrupta despedida cuando tenia tan solo 14 años.
-Sí, ya salgo, oye ¿no me recuerdas?- Trate de ocultarlo pero tenia un gran temor de que el no me reconociera, eso seria una gran decepción.
-Sí te recuerdo, ¿Dara Lakestone? ¿Eres tú? ¡Sí eres tu! Estas tan cambiada, tanto tiempo sin vernos, no tienes una idea todo lo que te extrañe ¿por qué no te despediste? Por años pensé que era mi culpa, por no detenerte a tiempo, por el hecho de que te expulsaran del Purple Rose, por esa estúpida travesura infantil de la que me cubriste para que no sea yo el expulsado, oh Dara, no sabes lo que sufrí al no tener la oportunidad de pedirte perdón, cuando salí del instituto en la noche corrí a tu casa y cuando tu madre me dijo que te habías ido me dolió tanto, fue como una puñalada en el corazón, te ruego que me perdones- Me tomo por sorpresa, a decir verdad al principio estaba un poco enojada con el, pero yo decidí cubrirlo en esa "travesura", no solo me fui por el hecho de que me expulsaron del colegio, sino que me fui por mi adicción, el me advirtió desde un principio que las drogas eran malas, pero a mi me daba igual su opinión, era mi mejor amigo pero no podía hacer cambiar el curso inevitable que mi vida estaba tomando, él me advirtió pero no me detuvo y por eso se siente culpable, pude notar que sus ojos estaban vidriosos y unas gotas amenazaban con caer.
-Tranquilo, estas perdonado, tu no tienes la culpa de nada, yo soy la que eligió este estilo de vida y mira que bien que estoy ahora, hasta un Iphone tengo jajaja, te extrañe demasiado, pero el primer lugar al que iría a buscar mi familia luego de que huí era tu casa, me pasaba la mayor parte del día en tu casa, dejemos esto atrás y una cosa mas, Dara Lakestone quedo atrás, ahora soy solo
Shad- Estuve esperando tanto este reencuentro, Blake estaba tan cambiado, por un segundo dude que si me reconocía me hablaría bien ya que con la mayoría de las personas que antes formaban parte de mi vida que me encontré nuestro dialogo fueron insultos.-Vale ¿donde estas viviendo?- Como odiaba que la gente me preguntara esto.
- Digamos como que no tengo un lugar fijo como una casa o departamento, me voy mudando de casa a casa, ahora estoy con un musico pero ya necesito buscar un nuevo lugar.
-Oh, eso es feo- No me digas. Se quedo un rato pensando y luego habló- ¿te gustaría quedarte en mi departamento, no vivo solo, hay dos chicos mas, pero podríamos hacerte un lugar, es bastante amplio.
-Sí por supuesto, tengo que ir a lo del musico a buscar mis cosas pero no creo que tarde mucho.
-Okey, te espero aquí, pásame tu numero así me mandas un mensaje cuando estés cerca- Intercambiamos números y me fui, la idea de vivir con mi antiguo mejor amigo era genial, pero sin duda lo mejor seria cuando la coreana se enterara de que ahora vivía en el mismo edificio que ella, la podría molestar tanto jajaja, esto va a ser genial.
Legue a la casa del musico, estaba oscureciendo, entre y ahí estaba el, tirado en el piso mas drogado que de costumbre, arme mi bolso con toda mi ropa, le saque un poco de dinero, le pegue una nota avisando que me iba en su puerta y me fui, pensando en que no lo volvería a ver, y me hubiera gustado que fuera asi por que eso significaba que mi condición mejoraría, pero hay cosas inevitables.
En la puerta del edificio telefonie a Blake para que me abriera, ya había caído la noche y necesitaba darme un baño para ir a alguna fiesta o hacer algo interesante como para no caer en esa depresión nocturna con la que me empezaba a drogar. Blake me abrió, su departamento era el 5B así que teníamos que dar un recorrido en el ascensor. Entramos y marcamos el piso 5, subimos hasta el piso 3 y las puertas se abrieron, se imaginan quien pudo entrar, nada mas ni nada menos que la coreana, me miro sorprendida, boquiabierta y con un ligero rubor en sus mejillas, sonreí automáticamente.
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You change my world.
Novela JuvenilDara Lakestone es una adolescente de 16 años que a la corta edad de 14 años decidió escaparse de su casa debido a su adicción a las drogas y el alcohol. Dado a que cuenta con una gran belleza consigue todo lo que quiere abusando de ese beneficio, pe...