El trayecto en la carretera transcurrió en un extraño silencio. Mis manos a veces se acercaban a las manos de Barry que estaban casi pegadas al volante. Por momentos me miraba y sonría en un intento de tranquilizarme, lo cuál no estaba ayudando en nada ya que sólo lograba ponerme más nerviosa.
-Ya casi llegamos-dijo Barry manteniendo su vista fija al camino que no parecía terminar
-No sabía que al ser Flash te regalaban una brújula
Barry río y me miró esbozando una preciosa sonrisa
-Que bueno que tu sentido del humor se mantiene intacto
Negué con la cabeza y tomé su mano que se recargaba en la palanca de las velocidades del auto
-Debo ser honesta-dije esperando que Barry realmente escuchará mis palabras- Extrañaré la ciudad
Barry tomó mi mano y la entrelazó con la suya
-También yo. Pero créeme, nada se compara con extrañarte a ti
Lo miré confundida
-¿De qué hablas?
Barry cambió de color. Se puso pálido y comenzó a sudar.
-Nada
-No pudiste sacar ese comentario de la nada-dije segura
-Juro no es nada
-¿Por qué estas nervioso entonces?
Barry tragó saliva en un intento de calmarse. Lo conocía muy bien para saber que me estaba escondiendo algo.
-Necesito decirte algo, pero te lo diré cuando lleguemos.
Suspiré tratando de no enojarme
-Ya no quiero secretos- dije queriendo que otra vez escuchará con atención mis palabras- Estoy harta. Primero mi hermana y Oliver y ahora tú. Se supone que entre nosotros no debería existir nada de eso y sin embargo aquí estás haciendo la única cosa que me desagrada.
-No lo hice por que quisiera- contestó Barry molesto- lo hice por nosotros
-¿Qué hiciste?- pregunté asustada
Barry quitó su mano de mi mano y estacionó el auto a la mitad de la carretera. Sentí miedo por la oscuridad y la soledad, pero mi temor por saber que había hecho Barry era aún mayor. Sabía que era capaz de viajar entre líneas del tiempo y cambiar sucesos, pero no sabía que eso pudiera afectarme, y peor aún, que lo hubiera hecho así.
-Promete que no te enojarás
-No puedo prometerte eso. Habla con la verdad o te juro que voy a bajarme aquí y no me importará nada
Barry suspiró
-Alteré la línea del tiempo- confesó soltando su cabeza contra el volante del auto- escucha primero antes de que decidas que quieres matarme
-Te escucho- dije cruzando los brazos
-Nosotros estábamos bien, éramos solo tú y yo. Maldición todo por fin estaba en orden, éramos felices. Pero fuimos descuidados y yo simplemente no estaba listo para eso y todo lo que implicaba. Y después el idiota de Oliver tuvo que meterse y yo estaba tan celoso de Roy por estar contigo y yo terminaba con Iris y no contigo, además como si no fuera suficiente el quería matarme por todo el desastre que había pasado.
-¿De qué estás hablando?- pregunté aún más confundida que al principio
-Lo lamento- dijo queriendo ser sincero- pero en lo único que pensé fue en querer estar contigo para siempre
-No entiendo nada-contesté sintiendo una opresión en el pecho-Pero me queda claro que hiciste algo que yo no quería
-Estabas embarazada- dijo recobrando su posición original
Sentí como si me hubieran golpeado
-¿Estás loco?- pregunté sintiendo ganas de llorar- ¿Qué derecho crees tener sobre esa decisión?. Era algo que debíamos decidir juntos
-Lo hicimos, en su momento lo discutimos y créeme no salió nada bien
Barry me miró esperando alguna respuesta
-¿No quieres entonces una familia conmigo?- pregunté sintiendo como mis entrañas se revolvían
-Claro que sí. ¿Por qué te pediría que te casarás conmigo si no es lo que quiero?- preguntó confundido
-Si lo entendiste entonces ¿Por qué decidiste cambiar la línea temporal?
-No sabía si estarías bien, era muy arriesgado el tener un bebé y además Harry quería matarme, se iba a convertir en zoom.
-¿Quién es Harry?-pregunté sintiendo algo en mi corazón aplastarse
-Nuestro hijo- contestó sin mirarme
-Entonces yo si iba a estar bien. Pude tener al bebé y aún sabiendo eso decidiste cambiar la línea en lugar de enfrentar las decisiones que tú mismo provocaste.
-Soy un idiota- dijo mirándome
-No quiero estar aquí contigo- dije mirándolo- quiero mi anterior vida de regreso