Muchas veces la sociedad tilda de bichos raros a los que no cumplan con estos estereotipos, es por eso que algunos prefieren esconder sus gustos raros antes de ser la burla de todos, principalmente por no querer recibir el rechazo de su familia.
Ese era el caso de cierto chico alto, ojos verde y cabello negro, su nombre era Bertholdt Hoover, por su tamaño muchos pensarían que era un chico rudo y seguro de si mismo, pero cuando se le llega a conocer se dan cuenta de que es todo lo contrario, es timido y un poco torpe. Era por esa razón que no tenia muchos amigos, más bien tenia solo uno, Reiner Braun, conocido en toda su escuela por ser la estrella del equipo de futbol americano, lo que encajaba perfectamente con la personalidad y físico que tenia.
Más de una vez Bertholdt pensó que él era el que estaba mal en sus gustos, ya que a él no le interesaban mucho los deportes, en especial los más violentos, como el futbol americano. Aunque una vez, decidio audicionar para el equipo de futbol americano, el entrenador veía potencial por su alura, pero al momento de jugar fue descalificado porque no podía sujetar el balón.
Ese dia se fue a un rincón a llorar, porque se sentía un fracasado por no cumplir con esas expectativas y se sentía peor por llorar, ya que su padre siempre le dijo que los hombres no lloraban. Lo increíble fue cuando Reiner lo descubrió, ya que no se burlo ni nada eso, solo lo consolo y le dijo que no era el fin del mundo por no entrar al equipo de futbol, y que no debía de hacer algo que no quisiera nada mas por presión social. Fue en ese momento que Bertholdt agradeció que fuera su amigo y que lo comprendiera, era la segunda persona con la que sentía que pdia ser el mismo, la primera era su abuelo.
Eso no significaba que no quisiera a sus padres, los amaba, pero por momentos le gustaría que le pregunten sobre sus gustos en vez de imponerle que cosas debía de hacer, pero sentía que era imposible. Lo cual le recordaba al estereotipo de siempre ser valiente, pues él no lo era, mas de una vez preferia guardar silencio para evitar conflictos, y eso lo llevo a tener una especie de vida secreta.
-¡Bertholdt, aquí te dejo tu merienda!- decia Faye, su madre, desde la cocina y poniendo un recipiente envuelto sobre la mesa.
-Gracias, mamá- le repsondio Bertholdt mientras bajaba de las escaleras con su mochila en hombros.
-Debes de alimentarte bien para ser un gran deportista.
-No tienes que preocuparte, Faye- hablo Blake, padre de Bertholdt, quien estaba sentado en el su silllon leyendo el periodico, pero dejo de hacerlo para ver a su hijo- Nuestro hijo es un gran deportista gracias a su altura, pronto le quitara el liderazgo a su amigo Reiner y el pasara a ser el líder del equipo de fubtol americano.
-Si, papá- respondio sin más Bertholdt mientras guardaba su merienda.
-Bertholdt, deberías de mostrarte más entusiasta, pensé que los deportistas eran apasionados- cuestiono Faye.
-Lo hare en el camino- le dio un beso en la mejilla a su madre y camino hacia la puerta- Hasta la noche- cerro la puerta y se fue.
-A veces no entiendo a este niño- comento Faye terminando de guardar los platos en la alacena.
-Los hombres somos asi, llegamos a una etapa donde solo nosotros podemos entendernos. No espero que lo entiendas, solo te lo menciono- Blake regreso la vista a su periodico- Por cierto, quiero más café- movio su taza vacia.
-Enseguida, querido- a Faye a veces le molestaban los comentarios de su esposo, pero no decia nada como buena esposa que era. Por lo que tomo la cafetera y lleno la taza- Si no tienes otra petición, ire a poner la ropa en la lavadora- dejo la cafetera en su sitio y se fue a otra habitación.
-No, querida. Diviertete- Blake ignoraba todo y seguía leyendo su periódico.
Una típica familia de acuerdo a los etereotipos, la madre haciendose cargo de las tareas del hogar y de su hijo, mientras el padre solo se encragaba de si mismo y solo esperaba que su hijo cumpiera con sus expectativas. Si alguno le hubiera prestado mas atención a Bertholdt se darían cuenta que ni siquiera llevaba el equipo para practicar futbol americano, solo llevaba una mochila.
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Sin Estereotipos
FanfictionVivimos en una sociedad con muchos estereotipos, pero no todos los cumplen y no les importa cumplirlo. Los personajes no son míos, son la propiedad de Hajime Isayama