YoonGi encuentra adorable a ese patito, incluso cuando está apunto de golpearle con su pequeño y tierno puñito.
♡Fluff
♡Boys Love, Soft Love
♡Leve mención de violencia.
OS Lil meow meow & mochi♡
Escupió una gran cantidad de sangre y bufó, saboreándola en su boca, algo salada y con sabor a hierro. Asqueroso.
Sorbió por su nariz, frunciendo el ceño de manera adorable. El joven era entrañable. Parecía un patito. Con ese rubio, y sus ojos verdes, uno en el contorno rojo, casi sangrante. Él había recibido un buen golpe.
El dicho patito volteó a verle, sus ojos verdes dándole una mirada profunda, analítica.Tal vez decidiendo si él era un contrincante o no. Sus labios llenos se torcieron, "¿Bueno o malo?" dijeron, y el sintió como la ternura lo llenaba. La voz del patito era una muy tierna. Y asesina. Probablemente la última era la correcta, pero su mente se había nublado minutos atrás, cuando se había quedado pasmado en la entrada del callejón umbrío, observando como una violenta revuelta era ocasionada por cuatro hombres contra el joven frente a sus ojos.
Miró hacia el suelo, todos los hombres derribados; uno de ellos aún consciente, revolviéndose y agarrando su estómago con dolor.
Subió su mirada de nuevo al bello patito y la intercaló con los hombres en el suelo. La escena parecía hilarante. Y casi, divertida.
El muchacho le gruñó, acercándosele con impotencia, listo para lanzar otro puñetazo con sus pequeñas manos, registró, antes que el mencionado puñetazo diera de lleno en su mandíbula.
Cayó al suelo como un saco de papas mientras que el muchacho no perdía tiempo y le agarraba de las solapas.
"¿A quién perteneces, ah? ¿Quién los mandó a mí? ¡Habla ya si no quieres tener unas cuantas costillas rotas!"
Sintió como se asfixiaba, el patito era aún más lindo de cerca, balbuceando dijo:
"Eres precioso, patito"
Respuesta equivocada. Un puñetazo en el estómago lo dejó sin aire.
"Imbécil"
No sabía si reír o llorar. Quizás las dos al mismo tiempo. No alcanzó a decidir cuando de nuevo el tierno rostro del patito había aparecido demasiado cerca, casi rozando nariz con piquito.
Rió en el peor momento de su mal chiste.
"¿Quieres morir, ah?"
Hizo una mueca internamente. Bien, él sólo sintió un poquito de miedo. Sólo un poquito; el había visto lo que era capaz de hacer el patito aquí, de todas formas. Así que, decidiendo dejar su estúpido sentimiento de ternura, y contenerse de apretujar las adorables mejillas...- Bueno, quizás él estaba muerto ya, qué importaba apreciar más al patito...
"¡Respóndeme!"
Espabiló cuando se dio cuenta de lo rellenitos que eran sus labios, balbuceo otra vez:
"Solo s-soy un transeúnte, ¡de- verdad!"
El patito lo miró con escepticismo. Correcto. Su pellejo estaba peligrando.
"¡Miralos! ¡Yo ni siquiera haría la mitad de lo que ellos sí!"
Insistiendo, apuntó a la pila de hombres en el suelo; el que se revolvía hace un rato, ya había perdido la lucha contra el dolor. Inconsciente.
Lo zarandearon de nuevo y su atención se dirigió al patito otra vez. Ah, era tan lindo.
"¿Me estás diciendo la verdad, niño bonito? Y si fuera así, ¿qué estabas haciendo a estás horas, mmh?"
Sus bellos ojitos se entrecerraron haciendo dos líneas. Adorable.
Antes de poder meditarlo demasiado ya se encontraba diciendo:
"Lo mismo puedo decir, ¿por qué un adorable patito estaría aquí a ésta hora?"
Un músculo palpitó en la regordeta mejilla del patito. Tal vez, sólo tal vez, él había dicho una respuesta incorrecta otra vez.
El muchacho lo soltó de un empujón.
"Deja de decir idioteces, y ya, lárgate."
Él sonrió, todo bonitos dientecitos y encías rosadas. Su sonrisa era dulce. Como una gomita.
"¿Quieres ir a mi casa? Puedo hacerte un chocolate caliente y curar tus heridas"
Ofreció y el patito frunció toda su carita. Dejó escapar una risita. Realmente, todo y con el ceño fruncido, él era infinitamente tierno.
"¿Por qué harías algo como eso?"
Hizo un mohín. Buena pregunta; no lo sabía exactamente. Él...
Él tenía ojos.
"¿Qué se supone que significa eso?"
Y el patito estaba acosando su espacio personal de nuevo, con un lenguaje corporal peligroso.
Él tendría que dejar de pensar en voz alta. Puntualizó.
"Bu-bueno, como decía, tengo ojos; tú estás herido, quizás en problemas. Las noches son heladas, ahora mismo hace frío. Tus ropas son ligeras y están desgastadas"
El muchacho se vio a sí mismo, y se sonrojó.
Su corazón dio un vuelco.
«Creo que es lo más bello que he visto en mi vida.»
"¡Qué dices!"
«Agh. Lengua traicionera. No podía callarse ¿cierto?»
Carraspeó, sintiendo sus orejas arder, rascó un poco su nuca, algo nervioso. Con una risita corta y desafinada volvió su mirada al incrédulo joven.
"... Entonces, ¿si o no?"
Ahora era momento de que el patito considerara sus opciones. Que no eran demasiadas después de todo. Pensó con angustia. No creía, ni quería, seguir peleando. Miró al joven pelinegro frente a él, dudando, miró al grupo detrás de sí y frunció el ceño. Definitivamente el joven que sonreía tímido, pareciendo alentarlo a inclinarse por su invitación, no se parecía en nada a esos hombres que lo golpearon.
Una fría ráfaga de viento le dijo que la respuesta era sí.
"Bien"
Él dijo por fin, mirando a los emocionados ojos gatunos del hombre. Ahora que lo observaba mejor, él parecía un gatito.
¿Los gatitos no eran malvados, no?
"Definitivamente los gatitos como yo no son malvados. -el patito se sonrojó- y al parecer, tenemos los mismos problemas con nuestra floja lengua."
Y el joven pelinegro rió, acercándose. Retiró su chaqueta, depositándola en sus huesudos hombros.
"Y pienso que los patitos adorables como tú, tampoco lo son"
Fin.
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Hemlooo~ ahí arriba un pequeño dibujito del patito y su afable gatito hecho por mí.
¿Qué les pareció? (Aunque no sé si alguien lea esto, kk)