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- Ah~- Suspiro Minho al entrar a su hogar dejando las llaves en una mesita y quitándose sus zapatos en la entrada para lanzarse en el sofá más cercano- Hogar dulce hogar, vaya en verdad fue un día muy agitado- Dió un leve bostezo cerrando lentamente sus ojos.

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Era un día bastante soleado -25 de Octubre para ser exactos- pero en verdad no hacía calor ni frío, era un clima ideal. Como todos los días Minho hizo todo lo que debía hacer, como asearse, despertarse, vestirse y por último dirigirse a la cocina. En esta les esperaba su mamá junto a su padre y un mini pastel que decía "Felices 18 hijo". Los adultos apenas vieron a su "pequeño bebé" empezaron a cantar de forma alegre y una vez que terminaron Minho pidió sus 3 deseos, apagando la vela, mientras se escuchaban algunas felicitaciones y aplausos. Entre sonrisas se dieron un abrazo familiar y le entregaron un pequeño sobre.

- ¿Qué es esto?

- Ábrelo y verás hijo- Dijo su padre sonriente.

Así lo hizo, por lo que se encontró con varios billetes en este. Al ver tanto dinero, su rostro se iluminó, no es que fuera un chico codicioso, pero ahora que llevaba bastante saliendo con su novio, sus recursos se estaban agotando, ya que le encantaba consentirle. Según Lee cada vez que su "ardillita" obtiene algo, aunque sea mínimo detalle, es el espectáculo más hermoso de apreciar, sus ojos se iluminan y sus hermosos labios se abultan, incluso a veces -dependiendo lo que sea- sus mejillas se tiñen de un delicado rosa pastel que le fascina, pero luego el chico se molesta por unos pocos momentos con él, ya que no le agrada que gaste de su dinero en "alguien como él", pero cada vez que lo dice, Lee simplemente le dice lo mucho que le ama y que aunque tenga todo el dinero del mundo, no sería suficiente, ya que quiere darle todo lo que pueda. El corazón, alma y cuerpo de Lee simplemente ya le pertenecen, tienen un nuevo "dueño" llamado "Han Jisung".

- Muchas gracias, aunque no era necesario- Sonrió avergonzado- Bueno, en verdad si lo era... Me estaba quedando pobre ja ja ja ja

- Tranquilo hijo, además así tu verás que obsequio quieres, cómo lo hacemos todos los años cariño- Le miró cariñosamente su madre- Ahora apúrate que llegaras tarde al colegio

- Está bien- Tomo un vaso de leche tibia y empezó a comer pastel, luego se lavó los dientes, se despidió y se fue.

Como todos los días se iba escuchando música mientras su cuerpo se movía al compás de la melodía. Observaba su alrededor como si fuera el protagonista de alguna historia o algo así, siempre pensaba en esas cosas cuando caminaba, se le hacía bastante gracioso pensar que en otro universo quién sabe, podría ser protagonista en alguna clase de historia de Wattpad, que gracioso ¿No?. Llegó hasta el parque donde siempre se juntaba con sus amigos y su novio, para luego caminar hasta el colegio. Llegó primero por lo que se fue a sentar a la fuente observado su alrededor, no habian tantas personas, lo más posible es que fuera porque es día de semana y es muy temprano aún, los adultos, jóvenes y pequeños preparándose para trabajar o la escuela. No había tiempo para ir a un parque en la mañana.

Espero unos pocos minutos más y vió como se acercaban lentamente Jeongin junto a Hyunjin, uno junto al otro caminando al mismo paso, hasta que Jeongin empujó levemente a Hyunjin desatando una "guerra", hasta que Jeongin empezó a correr alrededor del parque en dirección a Lee.

- Hey hey. Tranquilos, aquí no existen las peleas ¿Cierto?- Se tambaleo al sentir el cuerpo de Jeongin junto al suyo- ¿Por qué se tardaron tanto? Vamos a llegar tarde

- Primero que nada. Feliz cumpleaños hyung- Le abrazaron suavemente.

- Toma nuestro regalo- Le dijo el menor de los tres mientras sacaba un paquete de su mochila y se lo entregaba.

¿Juntos por siempre?- Minsung [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora