La curiosidad de los niños tuvo que llevar a cabo la cuestión al significado verdadero del amor, siendo así la primera vez que sentirían roces en sus pequeños y vírgenes labios.
─ Ggukie ─Jeongguk lo miró─, ¿qué es amor para ti?
─ Es querer a alg...
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━ ¿Sabías que te amo?
Jeongguk rodeó la cintura de Jimin por detrás, acariciando el cuello del chico con su nariz a la vez que inhalaba su delicioso aroma. El mayor sacudió su cabeza con su única alegre sonrisa cuando las cosquillas que su pareja le provocaba causaban sensaciones dentro de él, impidiéndole también el seguir sacando los objetos de una de las tantas cajas que habían llevado a su nuevo hogar.
Era curioso saber que, después de tanto tiempo, ellos terminaron siendo el indicado para el otro. ¿Qué fue lo que pasó en realidad? Bien, no es tan complicado como parece. Cuando eran pequeños ni siquiera eran conscientes de sus acciones, poco a poco -y con sugerencias o algún regaño de sus padres diciendo que aquello y lo demás estaba mal- se dieron cuenta que, a pesar de todo, ellos se pertenecían. E incluso es lindo el pensar que hubieron ciertos momentos donde ellos se avergonzaban de estar con el otro sólo por sentir emociones extrañas que delataban su amor.
Jimin fue el primero en declarar sus sentimientos por el otro, diciendo que ya no sabía ni cómo ocultar los nervios a flor de piel que éste le provocaba. Jeongguk, sólo días después, quiso aclararlo de igual manera, no solamente por la razón de que Jimin lloraba todas las noches porque 'su amor no era correspondido'. Él realmente sentía ese afectuoso amor por el mayor, y sólo fue cosa de analizar sus roces anteriores para darse cuenta que él había caído por Jimin desde un principio.
Dándose media vuelta para rodear amorosamente su cuello, inclinó un poco su cabeza sin dejar de sonreír, analizando el gran brillo que veía a través de los ojos de Jeongguk y jugó con sus narices antes de plantarle un dulce beso en sus labios. Jeongguk se acercó más a Jimin de sí para que éste no fuera capaz de retirarse y continuó dándole cariño a los belfos del chico.
━ No, no lo sabía ━respondió, al separarse, un Jimin juguetón que acariciaba la nuca del castaño.
━ Uhm ━frunció el ceño, fingiendo molestia━, te lo demostraré para que veas que no miento.
Quería acercarse nuevamente a su rostro para seguir besándolo -era imposible negar que los labios de Jimin eran jodidamente adictivos-, mas el contrario se apartó y regresó a su posición anterior, enseñándole sólo la espalda... Aunque, si bajabas la mirada para curiosear, podrías encontrarte más.
━ Demuestra el amor que me tienes ayudándome a arreglar la habitación ━se burló━. Pero, si no quieres ayudar acá, puedes acomodar las cosas del baño, o de la cocina. Escoge una.
Jeongguk, indignado, se acomodó el cabello de manera presumida antes de darse la vuelta para caminar hasta la puerta. Apoyándose en el marco de ésta, observó la parte trasera del precioso cuerpo de Jimin ante sus ojos, examinando cada movimiento que el castaño hacía mientras sacaba mantas y almohadas del lugar donde lo había guardado. Suspiró enamorado y sonrió al percatarse de lo grande que ya es su chico. Era, para él, un regalo el saber que todo este tiempo estuvo a su lado, saber que el fue todas las primeras cosas y veces de Jimin, brindándole así la seguridad de que no tuvo ninguna complicación en su vida.
