El fuego nos envolvía, ardíamos juntamente, su vergüenza era la mí; éramos consumidos por una llama...
–Yo nunca, nunca...– la mirada maliciosa de Azucena se hacía presente
–Ya no quiero jugar, ya me sentí incomodo– crucé mis brazos e hice un puchero
–Ya me quemé, ¿Qué mas da? – dijo Damaris con un poco de conformismo
–No sean llorones– el tono molesto de Azucena se hizo presente
–Yo no quiero– dije
–Yo nunca, nunca he...– Azucena no pudo completar la frase
Era el momento más incómodo, lleno de tensión y de vergüenza.
–Somos amigos desde la infancia y la verdad nunca pensé escuchar esto– mi gesto era de sorpresa
El libro de los secretos había sido abierto, eran tantas cosas inimaginables, pero a la vez muy normales. El lazo de nuestra amistad se fortalecía cada vez que nosotros bajábamos un dedo, sabíamos que esto no iba a separar nuestra amistad, sino que compartiríamos más historias que contar... La noche acabo demasiado rápido, cada una de ellas se fue a su casa y durante semanas no teníamos pista de nadie.
Las semanas siguieron corriendo y todo iba normal. Recordé que tenía a mis amigas, por lo cual decidí llamar a Azucena...
–¿Vamos al parque? – pregunté
–Sí, vamos– contestó Azucena
Llegamos al parque, comenzó la charla y nos pusimos al día con el famoso "chisme". Todo iba super normal, hasta que Azucena hizo un comentario...
–Chale, Damaris se va a ir– suspiró
–¡¿Qué?!– hice una mueca de sorpresa
Los ojos de Azucena se abrieron tanto que pude ver su alma, ella pensó que yo ya sabía; pero no era así.
–¡¿Cómo que Damaris se irá?!– pregunté con insistencia
–Yo pensé que ya te había dicho, pero sí; se irá de aquí– lo dijo tan natural
Dejamos el tema, por un lado, comenzamos a caminar y dejamos que nuestros pensamientos volaran a lo alto; para olvidar el presente y vivir en el "futuro". La llevé a su casa y nos despedimos como era de costumbre; con un abrazo cálido...
Llegué a casa, tomé mi celular y le llamé a Damaris. Ella no contestaba, pero seguí con la insistencia; por fin contestó
–Damaris, ¿es cierto que te irás? – mi voz estaba a punto de quebrarse
Hubo un silencio
–Sí, me iré a San Luis– dijo Damaris
Desde ese día supe valorar el tiempo que pasaba con ellas dos, que nuestro reencuentro fue tan único y especial, familiarizados de nuestros secretos y conversaciones...
Conclusión: Fue uno de los meses más tristes, la verdad es tan doloroso decir un hasta pronto. Valoren sus amistades, que no sabemos cuando estarán...
Damaris y Azu: Mi corazón está en ustedes, las amo con un amor especial; de hermanos.
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¿Propósito Encontrado?
Short StoryUna historia por cada mes del año, en donde narro mis travesías como un adolescente creyente, romántico y entusiasta... Cada mes tiene una o más personas que marcaron ese mes en especifico. Que lindo es el amor Historias del 2019