Para esta Navidad 2019 logré viajar a Mérida, con ayuda de todos, y es que se trata y siempre se ha tratado de un trabajo en equipo para poder viajar para acá. Antes con el apoyo de Papi, ahora con el apoyo de su familia. Y les estoy infinitamente agradecida por ello.
No hace falta que especifique el lugar para dar a entender el sentimiento que me da el volver aquí, luego de dos años pasados, sin poder sentir su frío ni respirar su flora. Las rosas de aquí no son como las de allá, la yo de aquí no es como la de allá.
Desde el fallecimiento de mi padre me he sentido de varias maneras, que a veces no supe cómo interpretarlas, y en otras ocasiones he podido sobrellevarlas. Cuando sabía qué era lo que sentía entonces caía en sonrisas; al contrario de cuando no era el caso, que terminaba en arrugar las cejas, gritar o llorar. Mi padre era de este lugar, de mi preciada Mérida. Y aún cuando no sabía que sentiría al llegar aquí, no sentí miedo en venir y pasar estar navidades sin él, y aún no sé cómo será recibir el año sin él. Y ahora es que me doy cuenta de por qué Dios no nos permitió viajar el año pasado, solo así podíamos pasar navidad y los primeros días del año juntos los cuatro: mamá, papá, hermano y mi persona. Pues claro que los años anteriores lográbamos viajar para acá, Mérida, y (aún cuando los abuelos de ambos padres procedían de sitios tan cercanos) cada familia tenía sú cena navideña y sús fiestas independientes, entonces mi hermano y yo terminábamos por escoger quién se iría con Papi y quién con Mami para el 24 de Diciembre y para el 31 del mismo mes festivo; era una difícil decisión, siempre lo fue. Nuestros padres nunca se separaron, siempre fueron un matrimonio unido, Padre nunca nos abandonó a pesar de todas las peleas y ocasiones en las que él mismo hizo llorar a Mami y luego no hallaba cómo compensárselo. De hecho, durante un tiempo le insistí a Mami que le pidiera a él que abandonara la casa además del divorcio, porque aprendí que el sufrimiento se debe tolerar hasta cierto punto, si es que te amas lo suficiente. Claro, al tiempo, cuando comprendí que se amaban entre ellos mismos más que a sí mismos, dejé mi insistencia. Y ahora, aún cuando él no está, toca escoger: ¿Mamá o Papá? ¿Familia de Mami o Familia de Papi?
Padres, no le hagan esto a sus hijos, y quieran a su pareja y a su familia lo suficiente como para satisfacer el cariño que le tienen a sus hijos y, por ende, el que se deberían tener a ustedes mismos. Satisfacer este cariño implica pasar un 24 con la familia de la pareja y un 31 con su familia respectiva. Sacrifiquen un solo día de año, por ustedes y nuevamente, por el orden de la mente de sus hijos.
Pero ese nos es el punto de este texto, hoy me sentí nostálgica y sé que lo había sentido antes. Me sentí con Papá, también podría sentirlo como eso. Sé que no soy la única huérfana de padre en este mundo, pero sí una muy valiente que, al contrario de huirle a los sentimientos, se hunde en ellos, con la promesa de volverse más fuerte. Aunque se reflejo en una película y tampoco es la primera vez que me sucede de esta manera, estaba al lado de parte de la familia de papá, y destacando que mi hermano se encontrado a mi otro lado, apoyándome siempre de la forma en como sabe hacerlo.
Mi hermano es lo más parecido a una pareja que puedo tener. Una figura masculina que me acompañe a todo lugar. Y creo que también lo soy para él, solo que yo no puedo ser esa figura imponente de Papá que él tanto desearía volver a ver, de todos modos, no es que él lo sea para mí, y es que nadie puede serlo. Puede que traté de buscarlo, pero en medio del camino, sino antes, ya me había rendido. También creí que tal vez lo retomaría al estar en Mérida, pero me di cuenta de que no. No esperaba encontrarme con él, esperaba lo justo: encontrarme con personas a que él también despidió en este mundo. Y poco a poco lo he conseguido... y eso, es minúscula y puntuálmente eso lo que siento como <<nostalgia>>. No sé qué sienta cuando me toque dejar este lugar. Sé por ahora que no me quiero ir, que entendí al fin lo que significaba volver a casa; ojo, también recalco, este no es mi hogar, mi hogar es Guayana. Soy de los Andes, pero no los que pertenecen a Mérida, esta andinita nació en la llana tierra de Guayana.
Sí lo amé y aún es difícil de digerir todo lo que le sucedió, el momento en que pasó, cómo nos envolvió y la locura que se desarmó y que se está volviendo a armar. Es difícil de tragar que la madurez nos golpeó en la cara, no con una cachetada, sino con un martillazo. Tardo aún en entender la forma de reaccionar de quiénes creía mis amistades, aún no descifro si debería disculparlos o si debería pedir disculpas, aún cuando suene ilógico, tiene sentido para mí, son tan culpables como yo de ser atrapados de la reacción inesperada a sus extraños sentimientos. Solo aquellas personas que vivieron algo parecido, supieron cómo reaccionar, pues claro que también sabía que era lo mejor que podían hacer para nuestro reconforte. Como dije no es fácil, y esto es porque es raro, es nuevo, es inesperado y aún cuando lo esperas, tu reacción íntima sigue siendo no esperada. Para cada persona es diferente, con cada quién cambia lo que en realidad sientes en tus adentros. Pocos lo aceptan, menos aún, lo interiorizan o lo estudian, pero nadie nadie se escapa del sentimiento, en absoluto. Yo aún lo estudio, se que esto va para largo.
Me gradúo el próximo año, no me rendiré ante la meta y me moveré con todo. Tengo otros objetivos a parte, pues este será mi año nuevo sin él y tengo que dar el doble de mí. La primera parte por mi y la segunda por la que le corresponde a él. Ser muy tolerante sin dejar de cumplir con todo. Este 2020 voy con todo. Y repito que con todo. Nueva forma, nuevos hábitos, nueva vida, porque Mérida, voy por ti y no me rendiré. Este texto es para dar fuerzas, sé que será difícil, así como también sé que todos los retos verdaderos son difíciles y la mejor dosis de la vida son los retos difíciles. Aun cuando suene repetitivo. Aún cuando te siga recordando, serás mi fuerza y mi Dios mi norte.
Este sentimiento de nostalgia... Un sentimiento que llena...
YOU ARE READING
Nostalgia
Short StoryEscrita el 28 de Diciembre de 2019 y nacida en mi corazón para quienes quieran leer la forma en cómo sentí el sentimiento de nostalgia, un hermoso sentimiento. Con solo agregar que es para un mejor mañana, disfrútala.