Reencarnación

Comienzo

La academia Kimetsu se encontraba casi a las afueras de la ciudad, el lugar era bastante grande y rodeado de hermosas glicinas.

Tanjirou caminaba tranquilamente por el sendero oliendo el agradable olor de más flores, el paisaje era realmente hermoso y refrescante.

Ya en la entrada del lugar observó como los estudiantes se reunían frente a unos grandes pizarrones, agudizó un poco su vista y pudo notar que en ellos estaban los nombres de los estudiantes y en que curso estarían hasta fin de año.

-¡Quitate llorón que me estorbas! -Gritó enérgicamente un chico empujando a otro.

-¡Eres muy malo conmigo Inosuke! -Lloriqueo el rubio mientras el otro busca pelear contra alguien.

Más allá habían tres chicas con horquillas de mariposas en sus cabellos, la mayor parecía estar explicándoles algo ya que una de ellas gritaba un exagerado "¡Si Shinobu-Sempai!" Y la otra solo asentía suavemente mientras sostenía una mariposa en su dedo.

Se estremeció, al pelirrojo aquella escena le parecía familiar pero no lograba recordar, su corazón comenzó a acelerarse cuando notó que la chica lo estaba observando.

-Tanjirou deberías ir a ver cuál será tu salón.

Solo con el olor podía saber quien era aquella persona.

-¡Si, Tomioka-San!

La campana sonó y todos los estudiantes se encontraban en sus salones respectivos

El salón estaba bastante ruidoso, más que nada porque Inosuke gritaba por aquí y por allá haciendo que los demás se alejaran asustados de que les llegara algún golpe, Tanjirou lo miró serio y se levantó llamando la atención del muchacho.

-¿Quieres pelear? ¡Soy el gran Dios Inosuke, así que ganaré!

-Yo no quiero pelear, cálmate que asustas a todos...

-¡Cobarde! Jajaja, ya sabía que nadie se enfrentaría al gran...

Y una muchacha lo golpeó  mandando al bullicioso cuatro asientos más atrás, en su frente estaba marcada una vena mientras miraba con enojo a su víctima, su cabello negro y ojos azules.

-¡Quieres callarte maldito! ¡Desde que llegamos que no te callas!

Y la puerta se abrió dando paso al profesor, este arrastraba los pies y se veía una extraña aura depresiva salir de él,  llego a su lugar y vio el desorden,  suspiró.

-Kamado, lleva a Hashibira a la enfermería... quizás este muerto, los demás tomen asiento.

El aludido agarro a su compañero del suelo y cargo sobre su espalda en dirección a la enfermería, al llegar vio a una mujer de cabello largo con dos adornos de mariposa en su cabeza.

-Esto... disculpe, Tomioka-sensei me pidió que trajera a mi compañero hasta acá.

Explicó Tanjirou mientras que la joven asentía ante cada palabra dicha por él,  le señaló una camilla para que dejara a su compañero, cosa que hizo.

-Bueno, me imaginé  que vería a Inosuke hoy por acá -respondió con una rodilla entre medio sonrojando al presente, -¿Fue golpeado por Aoi?

-No se el nombre, pero era una chica de cabello negro y ojos azules, trae unas coletas -llevo sus manos a su cabeza señalando el tipo de peinado.

La mayor junto sus manos y las llevo a su mejilla sonriendo, -Aoi es una chica muy buena pero la paciencia no es lo suyo.

Tanjirou asintió  ante ello, aquella chica no desprendía ningún olor negativo.