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Un lugar hermoso con una vegetación exquisita, las flores y rosas abundaban en la zona y con ellas un olor embriagante. Sin duda alguna no reconocía el lugar en donde yacía dormida tan sólo hace unos minutos atrás, lo único de lo que estaba segura es que era un lugar hermoso, incomparable, que transmitía un aire de paz y tranquilidad.
Su voz apenas fue un susurro al detectar una silueta masculina, a la cuál conocía bastante bien.
-Sasuke-kun- volvió a nombrarlo con mucha más fuerza y alegría, dibujando una sonrisa en su rostro mientras se ponía de pie y poder correr a su lado.
-Hina- fue lo único que pudieron soltar sus labios al ver a la peli azul correr hacia su lado. No supo cómo reaccionar ni que más decir, se encontraba en shock, muchas emociones y sentimientos lo invadieron, sacándolo de su transe la peli azul al oírla llamarlo una vez más. Tardo unos segundos para corresponder ese abrazo tomándola con fuerza, con necesidad... Con cariño.
-Qué haces aquí?- cuestionó mientras agachaba la cabeza para tratar de ocultar su rostro en el hombro de Hinata.
-Te extrañé mucho- respondió entre sollozos debido a sus lágrimas, siendo ahora ella quien cuestionase -acaso tú no? Ya no me amas?- no pudo evitar cuestionarlo en voz alta.
Sasuke se vio obligado a alzar la mirada para confrontarla, tomándola de las mejillas para lograr que sus miradas chocasen mientras limpiaba sus lágrimas con sus pulgares. -No digas eso, no seas tonta por supuesto que te extrañe porque te amo-
Tras esas palabras sintió que el corazón se le iba a salir del pecho, mientras se dejaba envolver por el suave beso que recibía del azabache.
-Siento mucho a verte dejado sola por mucho tiempo hime- Hinata sólo se limitó a negar con la cabeza para después hablar -no fue tu culpa- -Por supuesto que sí Hinata- las palabras del pelinegro salieron con un toque de melancolía camuflajeadas por la ira. -Te dejé sola a ti, a nuestros hijos y rompí mi promesa, protegerlos, de estar siempre con ustedes.
-Era tu misión. Nadie sabía lo que iba a ocurrir..... -dibujo una sonrisa pequeña en su rostro- para Mikoto sigues siendo su héroe y para Daisuke su ejemplo a seguir, la persona a quien admira. Lo que tú dices es pasado, ahora lo importante es que estamos juntos una vez más.
-Los niños te necesitan -contestó algo frío
-Soltó una pequeña risita -Ya no son niños Sasuke-kun. Daisuke ya tiene ha su propia familia y Miko y Boruto están empezando la suya.
-Sasuke no pudo evitar soltar una sonrisa ladina -Quién diría que terminaría emparentado con el Dobe.
-Sabes... Ellos han acordado llamar al bebé que están esperando como su padre y maestro. Estoy segura que será un niño muy guapo y fuerte al igual que nuestro otro nieto.
-Anda Hina aún estás a tiempo de irte, ve, todavía te quedan cosas por hacer...por vivir.
-No -fue una respuesta concisa y segura por parte de Hinata- Mi tiempo ahora es estar contigo, a tú lado.
Sasuke no pudo evitar soltar una sonrisa por las palabras de la peli azul -No tienes remedio- Fundiendo un beso con tanto amor en sus labios- Andando antes de que me arrepienta de dejarte venir conmigo -colocando sus dedos índice y medio en su frente para después dar la vuelta y empezar a caminar.
Hinata soltó una sonrisa, corriendo un poco para alcanzarlo y caminar a su lado. Entrelazando sus manos.
.................
Mientras tanto en los pasillos del hospital de Konoha una peli rosa daba unos pasos firmes y rápidos con la respiración agitada y los ojos llorosos.
-Lo siento mucho, hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos- habló Sakura dirigiendo sus palabras a los amigos y familiares de la ojiluna. Posando por inercia sus ojos jade a las personas que creía más afectadas, sus hijos. Daisuke un azabache como su padre pero con los ojos luna de su madre, y Mikoto con el cabello negro azulado y ojos oscuros como la noche.
Ambos destrozados por la noticia. El mayor intentaba no romperse y mantener su semblante firme para poder consolar y darle fuerza a su hermanita, que se encontraba devastada, abrazada por su actual esposo, y así, superar su duelo, juntos.
-Cuídala mucho padre, los extrañaremos -Pronunció Daisuke de modo que sólo él lo captase, conteniendo sus lágrimas.
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